Shadows of the Damned pudo haber sido muy diferente: así evolucionó el videojuego de Suda51
Aunque Shadows of the Damned terminó convirtiéndose en uno de los videojuegos de Goichi Suda más queridos por los fans, la visión original del creativo japonés para este proyecto era radicalmente diferente a la versión final del juego. En este texto repasamos los no pocos problemas de producción que tuvo: desde las numerosas e injustas exigencias de Electronic Arts hasta las distintas versiones del juego y cómo algunas de ellas sobrevivieron en forma del manga ‘Kurayami Dance’ o el videojuego Black Knight Sword.
Shadows of the Damned, el juego que rompió el corazón a Suda51
Shadows of the Damned fue un videojuego de disparos en tercera persona lanzado en 2011 en PlayStation 3 y Xbox 360. Fue distribuido por Electronic Arts y desarrollado por Grasshopper Manufacture. Este título marcó la segunda vez que Shinji Mikami —director del primer Resident Evil y el padre de la saga— y Goichi Suda colaboraron tras Killer7 (2005). A este equipo de lujo se sumó el mítico compositor Akira Yamaoka, conocido por sus aportaciones a la saga Silent Hill, quien dejó poco tiempo atrás Konami para unirse a Grasshopper.
El videojuego que tenemos entre manos era un third person shooter nos metía en la piel de Garcia Hotspur, un cazador de demonios de ascendencia mexicana que debía salvar a su novia Paula del malvado Fleming, el Señor del Inframundo. Se trataba, a grandes rasgos, de un videojuego de acción con una ambientación muy oscura y sombría con toques de humor gamberro. El juego recibió críticas notables, y ostenta un 77 en PS3 y un 76 en Xbox 360 en Metacritic. Aunque las ventas no fueron buenas y se consideró un fracaso comercial, gracias a su derroche de personalidad y originalidad se convirtió, para muchos, en un juego de culto.
Tras su lanzamiento, se supo que Electronic Arts dio muchos quebraderos de cabeza a Goichi Suda y su visión original del juego. Este concepto original se denominaba Kurayami, y Suda llevaba trabajando en esta idea desde 2006. De manera resumida, esta versión inicial sería un survival horror exclusivo de PlayStation 3 que bebía directamente del surrealismo de obras de Franz Kafka como ‘El Castillo’.
En 2008, Grasshopper Manufacture presentó el concepto inicial del juego a EA Games, quienes aceptaron financiarlo y distribuirlo e incluso adquirieron la licencia de Unreal Engine 3 para su desarrollo. Pero aquí empezaron los problemas para Suda51: Shadows of the Damned tuvo hasta cinco versiones distintas; EA no aceptó lanzar el juego hasta que no dieron con una que se ajustaba a sus exigencias, alegando cuestiones de marketing.
Entre los cambios más flagrantes estaba el diseño del propio Garcia; originalmente iba a comenzar descamisado y sin armas, y a medida que avanzase el juego podríamos equiparle distinta ropa y armamento. A EA no le gustó lo de comenzar desarmado argumentando que “al público occidental le gustan las pistolas”. Otro cambio importante fue en Paula, que en la versión final alterna los roles de damisela en apuros e implacable perseguidora. La versión original ideada por Suda51 era una especie de hada a lo Campanilla de ‘Peter Pan’ que vivía en el arma de Garcia. Esta “versión” de Paula fue sustituida por Johnson, el arma parlante del protagonista que puede cambiar de forma y su compañero de fatigas.
A posteriori, Goichi Suda afirmó que se arrepintió de cómo salió Shadows of the Damned, y se sintió “engañado” por Electronic Arts. Shinji Mikami, en solidaridad con su compañero en este proyecto, declaró que este juego “rompió el corazón” de Suda.
Mikami también reveló en una entrevista en vídeo en 2020 que Electronic Arts les engañó de forma deliberada desde el principio simplemente para lanzar un juego propio que aprovechase el prestigio de estas figuras relevantes en la industria de los videojuegos.
Kurayami, la versión original de Shadows of the Damned que se publicó en formato manga como ‘Kurayami Dance’
Kurayami fue la primera versión del que a posteriori se convertiría en Shadows of the Damned, presentada en 2006 como un proyecto nuevo que se podría resumir en un videojuego de terror y supervivencia que haría que los jugadores exploraran un castillo y un pueblo muy siniestros con habitantes peculiares.
La luz tendría un gran protagonismo, pues el personaje controlable portaba una antorcha para iluminar zonas oscuras y permanecer a salvo de las criaturas hostiles, pudiendo usarla también como arma. Además del combate contra los enemigos, también habría que resolver puzzles y saber cómo tratar adecuadamente con los lugareños, dando lugar a interacciones tensas con ellos. A diferencia de otros juegos del género, Kurayami también fue presentado como un juego de mundo abierto en el que la acción y la exploración eran factores clave.
Goichi Suda, el creador de este concepto original, se inspiró en Franz Kafka, buscando representar elementos esenciales y recurrentes de su obra como la oscuridad y la sensación de aislamiento en el entorno del juego. La mayor fuente de inspiración fue ‘El Castillo’, su obra inconclusa, que narraba el viaje repleto de obstáculos hacia un castillo de su protagonista. Kurayami también utilizaría un estilo visual único que haría un gran énfasis en el contraste entre luces y sombras. Además, el diseño de los enemigos estaba enfocado en el miedo natural a la oscuridad que en un diseño de criaturas grotesco, lo que serviría para ahondar en cómo las personas responden ante sus temores más profundos y cómo esta perspectiva distorsionada puede afectar a las interacciones con desconocidos.
A pesar del percibido interés inicial, Kurayami nunca llegó a entrar en fase en desarrollo, y Suda51 confirmó que solo se había hablado sobre él como idea de un posible videojuego.
Sin embargo, varios aspectos de Kurayami sí llegaron a Shadows of the Damned como el uso de la antorcha o la dualidad entre luz y oscuridad, mientras que otros elementos conceptuales se reutilizarían en el manga ‘Kurayami Dance’ (2015).
‘Kurayami Dance: Dance in the Dark’, un manga dividido en dos tomos creado por Goichi Suda, retomó muchas de las ideas originales del concepto de Kurayami, el proyecto de videojuego que nunca llegó a desarrollarse.
Su protagonista, Kamikaze Wateru, es un conductor de funerarias que vive obsesionado con la muerte y con un deseo muy fuerte de sentirse lo más vivo posible. Tras un accidente de moto que le deja en coma durante varios años, se embarca en su propia road movie junto con una misteriosa entidad sobrenatural que consiste entregar un ataúd al Reino Kurogane, donde hay un ominoso castillo cuya altura llega más allá de donde alcanza la vista.
Al igual que en el concepto inicial de Kurayami, en esta obra se exploran temas como la alienación, la lucha interna y la complejidad de la naturaleza humana. Suda consiguió reciclar estas ideas, desarrollando un relato que combina con soltura acción, terror y simbolismo, lo que demuestra que, aunque Kurayami no cobró vida en forma de videojuego, su legado y su esencia encontraron un hogar en este manga, ofreciendo una experiencia narrativa interesante que mantiene viva la visión original del autor.
Se puede leer de forma gratuita aquí en idioma inglés gracias a una traducción hecha por fans, ya que el original nunca llegó a salir de Japón. Como guiño a esta obra, en Shadows of the Damned: Hella Remastered (2024) se añadieron trajes extra, entre los que se incluye el de Kamikaze, que es el característico atuendo con chistera de Wateru en el manga.
Otro elemento presente tanto en ‘Kurayami Dance’ como en Shadows of the Damned es la sempiterna presencia de un ominoso castillo, con un aspecto amenazador visible desde el horizonte.
Black Knight Sword, otra versión anterior de Shadows of the Damned rescatada como videojuego independiente
Otra de las versiones por las que pasó Shadows of the Damned durante su desarrollo derivó en Black Knight Sword, un videojuego de acción y plataformas 2D desarrollado por Grasshopper Manufacture y Digital Reality que vio la luz en PS3 y Xbox 360 en 2012. Este título tenía un estilo visual único, presentado como si de fuera una obra de teatro, con personajes de papel.
El protagonista, Grahame Wormwood, comienza el juego ahorcado, y tras librarse de la soga que tiene al cuello, es poseído por una armadura negra y una pequeña figura femenina llamada Black Hellebore toma el control de su espada. Esta dinámica de personajes es similar a la de García y Johnson en Shadows of the Damned.
En Black Knight Sword, Grahame avanza a través de decorados llenos de criaturas hostiles, otras monstruosidades grotescas y animales salvajes. La narrativa se plantea como si fuese un cuento de hadas, pero con elementos sombríos y ciertos aspectos filosóficos presentes en el concepto original de Kurayami y en ‘Kurayami Dance’, como una misión por cumplir con un desarrollo a lo road movie o la idea de que es imposible escapar del destino.
Como con el manga ‘Kurayami Dance’, Suda51 tuvo la perspicacia de reciclar varias ideas originales de Kurayami para dar lugar a una nueva historia que, si bien no era exactamente igual al concepto inicial, utilizaba varios de sus elementos para dotar de interés y personalidad propia a este videojuego. Además, algunos elementos de Black Knight Sword también llegaron a Shadows of the Damned, como niveles 2D en los que los personajes son marionetas de papel.
La venganza de Suda51: convertir en un villano de No More Heroes a John Riccitiello, el CEO de EA
Goichi Suda no dejó pasar los sucesivos desaires de Electronic Arts, y su peculiar venganza se materializó en Travis Strikes Again: No More Heroes (2019). En esta aventura, Travis Touchdown encontraba una videoconsola tan rara que se pensaba que solo era una leyenda urbana y para que salieron muy pocos títulos, incluyendo una secuela ficticia de Shadows of the Damned llamada Damned Dark Knight. Lo mostrado de esta “segunda parte” era más fiel al concepto original de Kurayami, tal y como se puede percibir en este vídeo, donde el demonio Fleming tiene un diseño similar a uno de los que se pretendían usar para García en Kurayami.
Que Fleming matara a García en este vídeo era toda una declaración de intenciones, pues se trataba de la forma de Goichi Suda de cortar lazos con el proyecto original y dar alas a su visión en lugar de a la impuesta por Electronic Arts.
Además de esto, el villano principal de Travis Strikes Again era Damon Riccitiello, el corrupto y avaricioso CEO de una empresa de videojuegos. Damon era una referencia muy evidente a John Riccitiello, el CEO de EA durante el lanzamiento de Shadows of the Damned en 2011.
Damon repite como villano en el más reciente No More Heroes 3 (2021), aunque su apellido ha sido cambiado a “Ricotello” entendemos que para evitar problemas legales al ser este un juego de mayor perfil que Travis Strikes Again.
En ambos videojuegos, Damon es un personaje muy desagradable que ha construido un imperio empresarial mediante prácticas poco éticas, y que en el tercer juego numerado de la saga no duda en aliarse con alienígenas en su conquista del mundo. Este antagonista muerde el polvo al final del juego ante un Travis Touchdown más sabio y maduro y que el propio Suda usa por momentos como su propio avatar.
La creación de este villano virtual fue la peculiar válvula de escape de Goichi Suda por todas las penurias que tuvo que pasar durante el desarrollo de Shadows of the Damned. Las constantes reescrituras del guion y replanteamiento del concepto del juego, sumadas a la revelación posterior de Shinji Mikami, quien considera que la compañía simplemente “les utilizó” por su prestigio, ponen de manifiesto que incluso profesionales consolidados y respetados de la industria de los videojuegos pueden sufrir muy malas experiencias a la hora de plasmar sus visiones sin interferencias.
Shadows of the Damned: Hella Remastered demuestra que Suda51 ha hecho las paces con su pasado
Pese a que Shadows of the Damned fue distribuido por Electronic Arts, la propiedad intelectual quedó en manos de Grasshopper Manufacture. Esto les ha permitido lanzar en 2024 el remaster Shadows of the Damned: Hella Remastered, esta vez bajo el paraguas de NetEase, la nueva distribuidora.
Este relanzamiento, así como su promoción con entusiasmo en los canales oficiales del estudio desarrollador, indica que Goichi Suda finalmente ha hecho las paces con este desarrollo tan turbulento, así como aceptado que, pese a que el videojuego de 2011 no logró plasmar su visión original, sigue siendo un título de culto muy querido por los fans. García Hotspur se convirtió, por méritos propios, en una figura tan memorable de Grasshopper como Travis Touchdown de No More Heroes, Garcian Smith de Killer7 o Kamui de The Silver Case.