«El Gobierno no se puede escaquear en la crisis del coche eléctrico en Europa»
El presidente en Iberia del fabricante surcoreano asegura si no se toman medidas antes del 31 de diciembre, el sector caerá
17 nov 2024 . Actualizado a las 17:02 h.
El Gobierno de Pedro Sánchez «no se puede escaquear» de la crisis de ventas de la que aqueja el coche eléctrico en Europa y, por ello, debería tomar medidas para fomentar la expansión de esta movilidad lo antes posible, según ha manifestado el presidente de Kia Iberia, Emilio Herrera, en una entrevista con Europa Press. «Si no se toman medidas antes del 31 de diciembre (cuando decae la prórroga del Plan Moves III) España debería olvidarse del coche eléctrico», asegura el empresario para añadir que, en estos momentos, los fabricantes apuestan por una mejora del esquema de apoyo a la adquisición de vehículos «cero emisiones» que contemple medidas fiscales –como la supresión del IVA o modificaciones en la tributación del IRPF– «más directas» que las subvenciones a cargo de presupuestos vigentes en estos momentos y que «tardan en llegar».
Mientras tanto, el sector tiene otro frente que se abre el próximo 1 de enero de 2025, cuando entrará en vigor la aplicación del reglamento europeo de 2019 bautizado como ‘CAFE’ en el que se prevé una trayectoria de reducción de las emisiones de dióxido de carbono de los coches vendidos en los diferentes mercados comunitarios que conducirá a la prohibición de facto en 2035 de las nuevas matriculaciones de coches de combustión. A partir del año que viene, en la práctica, requerirá a los fabricantes una reducción de las emisiones del 15 % respecto a los niveles previos a 2020, lo que supone tener que vender en apenas ocho semanas un coche eléctrico por cada cuatro térmicos. «Nosotros cumpliremos con la normativa CAFE», asevera Herrera, aunque puntualiza que lo hará a nivel europeo sin tener que llegar a registrar en España un nivel de ventas de eléctricos superior al 10 %, al considerar que, en estos momentos, «el mercado no está preparado».
Sin embargo, con respecto a la petición de algunos países europeos como Italia o la República Checa a Bruselas para que se adelante a 2025 -inicialmente está prevista para 2026- la revisión de la agenda medioambiental que contempla la prohibición de la venta de coches de combustión en el Viejo Continente para 2035, el directivo de la automovilística asegura apoyar estos supuestos de Roma en los que también se dice al bloque comunitario que se debe reconocer una «gama más amplia» de soluciones a la movilidad más allá de los vehículos eléctricos de batería y los coches de hidrógeno, de lenta adopción en el territorio.
Preguntado sobre si los aranceles a la importación del coche eléctrico chino son un balón de oxígeno para la industria, Herrera admite que las trabas comerciales «nunca son una solución», aunque hay que tener en cuenta que la idiosincrasia de la industria automovilística china es «muy distinta» a la occidental, ya que a las empresas del gigante asiático «no les importa vender a pérdidas durante mucho tiempo», algo que, a su juicio, las empresas europeas o estadounidenses «no pueden tener». «La capacidad de producción global de la industria del vehículo chino es de 50 millones de unidades y su mercado doméstico apenas llega a cubrir 28 millones de unidades de demanda», aclara el presidente de Kia Iberia, quien dice estar «más preocupado» por el control de China de la cadena de valor de la batería para el vehículo eléctrico gracias a «sus buenas materias primas» y su capacidad de extracción y refino de estos materiales: «lo hacen mejor que nadie».
Con respecto del papel que podría jugar Europa en esta industria de las celdas, Herrera es crítico y claro: «Aquí no queremos abrir las minas, no queremos explotarlas y no sabemos refinarlas. Europa no está en este juego».
Preguntado sobre el estado de la infraestructura de recarga de coches eléctricos, Herrera entiende que no sea un producto «para todos los públicos» debido a que la población española, en una gran mayoría, vive en pisos y «no tiene dónde cargar los vehículos». «Hay que acelerar la infraestructura para evitar futuros colapsos», aconseja, al tiempo que insiste en que se debe cambiar la política de comunicación de la industria para eliminar los prejuicios que existen entre los consumidores ante el coche de batería. «Por ejemplo, el 95 % del tiempo, los cargadores no están utilizándose», puntualiza.
Si bien en 2014 Kia fue uno de los primeros grupos automovilísticos en circular un coche eléctrico, el Soul, con unos 200 kilómetros de autonomía, Herrera pone ahora en valor los avances que han permitido aterrizar el EV3 con hasta 773 kilómetros de autonomía en recorrido urbano. De cara a futuro, vaticina que podrán equipar los coches con baterías de estado sólido «más ligeras y con más autonomía» dentro de tres o cinco años. «La evolución está ahí», sentencia.