La masacre continúa en estos momentos

Un periodista incansable, comprometido con la paz y la justicia. Una investigación periodística valiente que puso en evidencia la versión oficial de uno de los hechos más mortíferos de nuestras fronteras terrestres. Un reportaje que retrata los abusos que sufren los migrantes en Libia antes de partir hacia Europa. Una campaña de estilo “centennial” que denuncia la injusticia fiscal y dos informes que ponen el foco en los malos tratos institucionales. Una mujer que sufrió en sus carnes la ablación y ahora lucha porque ninguna otra pase por ello, además de un artista multifacético que se ha llevado el premio del público. 

Todos ellos han sido los protagonistas de la quinta edición de los Premios Desalambre que se han celebrado este jueves ocho de febrero en el Caixaforum de Madrid y que han reconocido el trabajo de periodistas, activistas y organizaciones sociales en la defensa de los derechos humanos. 

El director de elDiario.es Ignacio Escolar ha dado la bienvenida a todos los invitados, dando paso a Rosa Martínez, secretaria de Estado del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, encargada de inaugurar el acto. “Derechos humanos o barbarie, esa es la cuestión que tenemos ante nosotros”, ha comenzado diciendo la secretaria que, al igual que Escolar, que recordado los bombardeos en Gaza durante su intervención y la importancia de defender los derechos humanos que “ya no están sólo amenazados en lejanas dictaduras”. 


Tras ella han subido al escenario Juanlu Sánchez, subdirector del periódico y Gabriela Sánchez, jefa de la sección Desalambre. “Son cinco años ya haciendo de estos premios algo más grande”, ha comenzado diciendo Juanlu, antes de pasar a nombrar a los miembros del Jurado: Olga Rodríguez, periodista especializada en información internacional, escritora y cofundadora de elDiario.es; Andrés Gil, subdirector de Internacional y Desalambre en elDiario.es; María Ramírez,  subdirectora de elDiario.es; Moha Gerehou, periodista y activista antirracista; Amaia Celorrio, responsable de comunicación del Comité español de ACNUR; Pedro Javaloyes, responsable de comunicación de Acción contra el Hambre; Cristina Fuertes, responsable de Comunicación Interna de Coordinadora de ONG; Guillermo Maceiras, responsable de comunicación de Anesvad; Ana Sotto-Mayor, directora de Comunicación de UNICEF; además, de ellos dos. 

“Este tipo de periodismo suele ser difícil. Es a veces difícil no caer en la frustración, también en el caso de las ONG. Pienso en cómo deben sentirse los periodistas que están cubriendo la guerra de Gaza, los que cubren Palestina desde hace años. Pienso en las familias de las víctimas del Tarajal que llevan diez años sin saber nada de sus seres queridos. Con estos premios recordamos lo importante que es nuestro trabajo, los artículos, las campañas… Sin ellas seguramente estaríamos más lejos”, ha reivindicado Gabriela. 

Antes del reparto de premios, los asistentes han podido disfrutar de la actuación del actor, activista y humorista Lamine Thior, que ha entrado al auditorio entre los aplausos de un público que ha podido disfrutar de uno de sus monólogos. El humorista ha conseguido, en unos pocos minutos, repasar el ideario racista de nuestra infancia y los prejuicios que, aún a día de hoy, seguimos perpetuando. Ese “cómete la comida por los niños de África”, el “trabajas como un negro” o “me estás poniendo negro”, que sigue en boca de todos. “Los llamamos microrracismos o microagresiones, no porque no duelan, sino porque cuesta reconocer que, muchas veces, las comenten las personas que más queremos”, terminaba explicando el artista. 


Thior, al que recientemente se ha podido ver en la serie de RTVE “La Ley del Mar”, en su nueva sección “Microrracismos” en el Intermedio, o en su podcast “No hay Negros en el Tíbet”, ha vuelto a subir al escenario poco después para recoger el premio especial Desalambre- Fundación Anesvad a la mejor creación de contenido en defensa de los derechos humanos. Las redes sociales son un lienzo en blanco que no solo sirve para el entretenimiento, se pueden utilizar para conseguir un verdadero cambio, porque es donde las nuevas generaciones nos miran“,  con estas palabras ha agradecido este galardón que han decidido más de cuatro mil socios y lectores de Desalambre. 

Premios a organizaciones y activista

La entrega de premios ha comenzado con la categoría a mejor campaña ONG, que ha ido para Oxfam Intermón, por “Tax the rich”, en la que, con un toque de humor, la entidad ha reclamado un sistema fiscal más justo, enumerando las red flags de las “relaciones socioeconómicas tóxicas”. “Transmitir este mensaje no era nada fácil porque tenemos muy normalizada esta desigualdad. El reto era movilizar para intentar cambiar este sistema que perpetúa la desigualdad cada día bajo la convicción de que la comunicación tiene el poder de lograr cambios significativos”, ha dicho Calos Adán, miembro de la ONG que, junto con su compañera Paula Quintas, ha recogido la escultura en recuerdo de Gaza diseñada por Ana Juan. 


A continuación ha sido el momento de anunciar el premio a mejor trabajo de documentación e investigación, que ha ido para  el Centro de Atención de Víctimas de Malos Tratos y Tortura (SIRA), por los informes “Laberintos de tortura: Violencias e impactos en el tránsito migratorio desde África a España” y “La Cañada Responde. Impactos psicosociales derivados del corte de suministro”. Ambos ponen en el punto de mira en los efectos psicosociales de los malos tratos institucionales desde dos realidades muy diferentes: la de los migrantes que llegan a nuestro país tras haber sufrido todo tipo de violaciones de los derechos humanos y la de los vecinos de la Cañada Real, un barrio madrileño que cumple ya tres años sin suministro eléctrico. 

Dos de esas vecinas, Mariluz y Gladish, han estado presentes durante la gala y han subido al estrado junto a Gabriela López Neira, coordinadora del centro sira, Andrea Galán, responsable de investigación, Pau Pérez sales, director clínico,  que han sacado más de una risa, con un discurso en el que han recordado la importancia de dar voz y protagonismo a las víctimas: “ Intentamos poner números a la realidad y tratamos de medir cosas tan indigeribles como lo que está pasando en la Cañada o que haya personas que sufren tortura en su tránsito migratorio”. 


Fátima Djarra, activista por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, ha cerrado esta sección dedicada al tercer sector. Se ha hecho con el título a mejor activista por los derechos humanos, un reconocimiento más que merecido por su incansable lucha contra la mutilación genital femenina, que ella misma sufrió cuando tenía cuatro años. “Hoy presto mi voz a doscientos millones de mujeres y niñas que han sufrido la mutilación genital, presto mi voz a las que no pueden hablar. La mutilación  es una práctica que afecta desde dentro y, en estos momentos, me acuerdo de muchas y muchas mujeres que lo han sufrido y han muerto por ello”. 


Durante el acto, Juanlu Sánchez ha moderado una mesa redonda  en la que se ha hablado sobre el papel de las ONG en la sociedad. Han participado en ella representantes de los patrocinadores de los Premios Desalambre: Carmen Gayo, directora de Comunicación y Fundraising de Acción contra el Hambre,  José María Gil-Robles, presidente del Comité español de ACNUR y Alba Linares, directora de Impacto de la Fundación Anesvad. 

“Se me hace difícil empezar por otro sitio que no sea Gaza”, confesaba Juanlu antes de arrancar este pequeño coloquio, en el que los asistentes, de manera unánime, han lanzado un mensaje en contra de la guerra. “Es muy difícil seguir trabajando a pesar de que intentamos por todas las vías posibles conseguir alimentos, agua y saneamiento. La única forma de evitar una hambruna permanente es un alto al fuego”, aseguraba Gayo. 


“Ucrania va a cumplir dos años de conflicto, estamos en el aniversario de los terremotos en Turquía y Siria, la situación en Sudán y el Congo es dramática… Acabaremos el año con  130 millones de desplazados forzosos”, alertaba Gil-Robles, que instaba a “hacer menos miserable la vida de estos desplazados”. Linares ha aprovechado para recordar que aún hay miles de personas que mueren o sufren consecuencias irreparables por las “enfermedades tropicales olvidadas”: “Lo más triste es que estas enfermedades, olvidadas o desatendidas, que se sufren en el Sur Global podrían curarse si el tratamiento llegará a tiempo”. 

Premios periodísticos

Finalizados los premios al activismo y las ONG, ha comenzado el bloque dedicado al periodismo. Han subido a por su galardón por mejor reportaje o crónica, Maribel Izcue y Moussa al Jamaat, a falta de Okba Mohammad, el tercer de los autores del relato “Libia: refugiados convertidos en mercancía”, publicado conjuntamente por 5W y Baynana, el único medio español formado por migrantes, en su mayoría de origen sirio “Baynana es un lugar de historias, con un gran equipo al que quiero dar las gracias, al igual que a los protagonistas de este reportaje que nos han ayudado a estar aquí”, decía Al Jamaat. 


El reportaje cuenta la dura travesía de un grupo de sirios hasta Europa, pasando de Libia, lugar de partida de cientos de migrantes,  donde sufren todo tipo de maltratos: “Son 22 minutos de lectura, pero encierran años en los que este grupo de migrantes han tratado de llegar a Europa”, explicaba Izcue en su intervención, recordando cómo a finales de año uno de los protagonistas consiguió, por fin, salir de Libia “donde miles de personas siguen atrapadas”.

En esta categoría otro trabajo, “El conflicto entre chimpancés y humanos que matan niños en Uganda”, de África Mundi,  se ha llevado una mención de honor del jurado y, durante el acto, una merecida ovación del público. Esta investigación, con un enfoque novedoso e impactante, denuncia cómo el cambio climático y la explotación del subsuelo  está desplazando a la población animal, generando conflicto con las comunidades locales. 

Luego ha sido el momento del premio Desalambre- Acción Contra El Hambre a mejor contenido digital, que ha ido para la investigación periodística “Agonía a ambos lados de la frontera de Melilla”, un trabajo con repercusión internacional que consiguió desmontar la versión oficial sobre las más de 23 muertes en la frontera de Melilla el 24 de junio de 2022. En ella participaron más de una decena de periodistas de  El País, Der Spiegel, Le Monde, The Independent, ENASS y The Lighthouse Report y, dos de ellos, María Martín y José Batista, han sido los encargados de subir al escenario. “Todavía hay decenas de familias, la mayoría de Sudán, que no han vuelto a saber nada de sus seres queridos. Ojalá algún día podamos decir que el periodismo ha ayudado a que esto nunca vuelva a ocurrir”, ha sentenciado Martín. 


El último galardonado de la noche ha sido el histórico periodista de la radio pública Fran Sevilla. Se ha llevado el premio Desalambre-ACNUR a la perseverancia por su incansable trayectoria centrada en la cobertura de conflictos bélicos, como el de Gaza, del que ha informado estos últimos meses desde Israel. Mientras subía a recoger el premio, podían verse en la pantalla algunas fotografías que recordaban esos cuarenta años de trabajo alrededor del mundo, desde Latinoamérica, donde hizo sus primeras andadas, a Estados Unidos, donde fue corresponsal de RNE. 

“Tengo la sensación de que las muchas palabras vertidas estos años no han sido suficientes. La impotencia aumenta cuando miro a Gaza. ¡No a la guerra en Gaza! No he visto nunca nada que se le parezca en cuanto a muerte y destrucción. La masacre del pueblo palestino continúa en estos momentos, mientras estamos aquí reunidos”, denunciaba el periodista, que ha anunciado que la dotación de su premio, los mil euros que elDiario.es destina a cada galardonado, irán para la UNRWA, una ONG que, recuerda, “Israel está queriendo eliminar”. 


Como broche final a una gala emocionante, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones Elma Sáiz ha dedicado unas palabras a los galardonados y ha lanzado una llamada a la acción para desmontar el odio, romper las barreras de la indiferencia y construir una sociedad más inclusiva, tolerante y justa: “ Lo que no se comunica no existe. Una frase que cobra más sentido en estos momentos marcados por intensos flujos migratorios, detrás de los cuales hay historias muy duras, relatos de superación y referentes como Lamine o Fátima”.



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