La polio o poliomielitis,es una enfermedad causada por un virus

La polio o poliomielitis, describe la Clínica Mayo, es una enfermedad causada por un virus que afecta principalmente a los nervios de la médula espinal o del tronco cerebral. En su forma más grave, puede hacer que una persona sea incapaz de mover ciertas extremidades, lo que también se denomina parálisis. También puede derivar en problemas para respirar y, a veces, la muerte. 

Este 24 de octubre es el Día Mundial contra la Polio, con la finalidad de fortalecer el compromiso para erradicar la poliomielitis a nivel global, mediante la aplicación de vacunas, una efeméride fue promovida en el año 1988 por el Rotary Internacional. La fecha escogida es un tributo y celebración al nacimiento de Jonas Salk, el investigador estadounidense que hizo posible el desarrollo de la vacuna que logró prevenir esta terrible enfermedad, a quien se sumó Albert Sabin con su vacuna oral. En 1908 los médicos vieneses Karl Landsteiner y Erwin Popper habían anunciado que se trataba de una enfermedad causada por un virus. 

La erradicación de la enfermedad está al alcance de la mano, pero sigue ofreciendo resistencia porque «el virus de la polio aprovechará cualquier resquicio (infrainmunización) y si se le cede espacio (vacunación), reaparecerá», según se recoge en el portal de la Asociación Española de Pediatría en el informe ‘La vigilancia epidemiológica de la polio en España’ de 2022 que cita un caso importado en 2021, según declaró la Sociedad Española de Epidemiología. 

Este mismo año, en septiembre de 2024, se ha expulsado del Congreso a una enferma de polio que exigía ayudas a la ministra de Sanidad, Mónica García, al grito de ‘¡Nos morimos!’, mientras que la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña llamaba a vacunar de la polio a los niños de entre 6 y 8 años no inmunizados, después de detectar el virus en la Estación de la Depuradora en Besòs (Barcelona). 

Este año, según  destaca el Ministerio de Sanidad en el ‘Plan de acción en España para la erradicación de la poliomielitis 2024-2028’, «las altas coberturas de vacunación, la inmunidad de la población y las buenas condiciones higiénico-sanitarias, contribuyen a que el riesgo de transmisión tras una reintroducción del virus sea muy bajo». Sanidad sostiene que hasta el momento, se han certificado como ‘libre de poliomielitis’ cinco de las seis Regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que cubre más del 90% de la población mundial. Sin embargo, la persistencia de poliovirus (PV) en dos zonas endémicas en el mundo y la detección de PV en países previamente libres de poliomielitis, hacen que el riesgo de importación de PV no se pueda descartar.  El Plan del ministerio se estructura según los siguientes objetivos: reforzar la vacunación; reforzar la vigilancia de PV; coordinación de la respuesta ante la detección de PV o casos de poliomielitis en España y contención de PV en las instalaciones: ante la disminución de circulación de PV a nivel mundial. 

OKSALUD se suma a las campañas que pretenden concienciar y ayudar a erradicar la polio en el mundo y entrevista al doctor Luis Pablo Rodríguez Rodríguez, catedrático emérito de Medicina Física y Rehabilitación y académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina.

PREGUNTA.- Usted trató casos de poliomielitis paralítica en España. ¿Cómo recuerda que se diagnosticaron los primeros?

RESPUESTA.- Como médico especialista de Medicina Física y Rehabilitación, que somos denominados coloquialmente médicos rehabilitadores, recuerdo tres pilares esenciales en la trepidante evolución de esta especialidad médica, que fueron: las grandes lesiones producidas durante las Grandes Guerras, los pacientes neurológicos parapléjicos y las grandes afectaciones en las décadas de los 50 y los 60 de la poliomielitis. De inmediato puede pensar, si el objetivo de la Medicina es que estos procesos desaparezcan, por el mismo motivo sucedería en la especialidad de Medicina Física y Rehabilitación. 

Es ideal que estas enfermedades desaparezcan o queden erradicadas como se espera para el 2030 para la poliomielitis; pero la Medicina Física y Rehabilitación tiene un campo de actuación tan extenso y distante, que permanecerá. A título de ejemplo le muestro, solamente, tres actividades habituales de hoy día del médico rehabilitador: las alteraciones cardiovasculares (infartos cardiacos, accidentes cardiovasculares) alteraciones urogenitales con incontinencia, o proceso tan difíciles de etiquetar como el síndrome fibromiálgico, en donde el médico rehabilitador, después de diagnosticar y efectuar una evaluación clínico métrica, ha de programar, prescribiendo la terapéutica farmacológica, la del tipo de actividad física, en el subconjunto ejercicio personalizado y la estimulación magnética transcraneal.

La poliomielitis era diagnosticada, preferentemente, por el médico internista, por el médico de cabecera, o por el pediatra. Hemos de recordar que, en aquella época, en su comienzo, se la conocía como parálisis infantil

    • En sus formas clínicas, descartando la subclínica y la abortiva, la más acuciante era la paralítica infantil. Ésta se instauraba con fiebre y/o manifestaciones digestivas y respiratorias. 
    • Si se seguía de hiperestesia, dolor muscular, principalmente de miembros inferiores o de espalda, existía la máxima posibilidad, que, al segundo o tercer día, se produjera bruscamente el período paralítico, siendo esta parálisis: flácida, arrefléxica y asimétrica. Con ello el diagnóstico estaba acreditado. 
    • La forma clínica de Landry, ascendente, hacia arriba, implicaba el malísimo y pernicioso diagnóstico de Parálisis Respiratoria
    • Por último, la forma bulboespinosa, menos frecuente, afectaba a la parálisis de los pares craneales, y las formas encefalíticas y meningíticas, o las cardiológicas, aún menos frecuentes, con sintomatología clínica relacionada con el lugar de la afectación.

P.- Cuando se empezaron a ver los primeros casos se presupuso que había otros muchos que hasta entonces no habían sido diagnosticados. ¿Cómo recuerda aquellas primeras noticias?

R.- En Madrid, en el año 1958 tuvo lugar el V Symposio Europeo, sobre poliomielitis, se señaló que la mortalidad en España por esta enfermedad había sido de unas 1.200 personas. Esta nueva enfermedad había tenido sus primeros brotes en 1905, y en 1908 en Estados Unidos, sobre todo, pero el brote más endémico, sucedió en este país en 1952. 

Se tiene referencia por la estela egipcia de 1403–1365 a.C. donde el ‘sacerdote’ Roma, aparece caminando con un bastón largo y un pie equino poliomielítico, además existen antecedentes de estudios realizados en momias; pero en realidad, salvo la representación por Bruegel el viejo, de ‘mendigos y tullidos’ desaparece como tal hasta el siglo XIX. 

Tiene su ubicación en países con gran desarrollo y después de traslada a países empobrecidos y con limitadas condiciones higiénicas. En EEUU se ponen en marcha las grandes aportaciones económicas, como la de Join March of Diner

La gran inversión científica y de investigación conducen a que Jonas Salk descubra una vacuna con virus atenuado y posteriormente, en 1955, Albert Sabin con su vacuna oral.

En España -bien por problemas políticos y sociales, bien por la influencia que pudo ocasionar una remesa de vacunas de los laboratorios Cutter en Estado Unidos, que produjo poliomielitis vacunal; aunque se originen indudables conocimientos, aportados por Gallardo, o por las sesiones de trabajo dirigidas por Bosch Marin en la Real Academia de Medicina en Madrid- no es hasta 1963, cuando se comienza a vacunar, casi simultáneamente con la de Salk y masivamente con la oral de Sabin. Es una vacunación gratuita, aun con la situación española, que produce una inversión casi total  del número de casos con poliomielitis en España. 

De la forma en la que se desarrolló la vacunación en España podría extenderme con gran aproximación, pues, precisamente, en ese año, la que posteriormente será mi mujer, participó en la misma, en la capital y provincia de Valladolid, aunque ya existía alguna vacuna, en España, procedente del exterior, se “obtenía” por 400 pesetas. El hecho es, que  en España cambió radicalmente el número de casos, al igual que  en los países de gran desarrollo, efecto al que se denominó fenómeno Payne.

P.- ¿Recuerda algún caso en concreto?

R.- Todos tenemos presentes casos de hijos de amigos de nuestros padres, o de compañeros, o de hermanos mayores de la Universidad portando muletas o con algún aparato ortopédico en sus miembros inferiores.

P.- ¿Cómo se trataba la polio desde el punto de vista traumatológico rehabilitador?

R.- La actuación del médico rehabilitador en la poliomielitis ha sido capital, tanto en la fase aguda y subaguda. Después, se desarrollaba durante el periodo en el que desaparece la enfermedad, pero subsiste la deficiencia somática y funcional.

    • En la fase aguda se realizaba, fundamentalmente, el tratamiento postural para evitar deformidades estables. 
    • En el periodo espasmodizante se utilizaron sin excepción las envolturas calientes de Kenny, y posteriormente la cinesiterapia pasiva. 
    • Si existía componente respiratorio, y según su gravedad, bien, drenajes respiratorios posturales y aspiraciones de mucosidad. 

Un problema especial surge en la parálisis poliomielítica respiratoria. Se utilizaron en este caso los respiradores de acción externa 0, llamados ‘pulmones de acero’, y las corazas toraco abdominales. Cuando su alteración era menor o no se disponía de pulmones de acero, se emplearon las camas basculantes, o la estimulación frénica. También los insufladores y respiradores automáticos de acción interna. 

La situación mediata y durante el crecimiento, impulsó que los programas de Medicina Física y Rehabilitación precisaran de ayudas técnicas, entre las cuales incluimos todos los medios ortoprotésicos, tanto para columna vertebral, como para miembros inferiores, y en el que se incluía la cinesiterapia específica dirigida a la estabilidad, el equilibrio, la bipedestación y la marcha, entre otros objetivos. A esto se añadía la terapia ocupacional e incluso recreativa.

En la actualidad, la permanencia de estas deficiencias a los treinta o cuarenta años pueden producir una discapacidad secundaria de la anterior: es el llamado síndrome postpolio. Tiene una sintomatología de debilidad muscular, incluso atrofia y alteración articular, con dolor, fatiga, trastornos respiratorios, alteración del sueño e intolerancia al frío. 

En todo el síndrome, es fundamental el programa individualizado de Medicina Física y Rehabilitación, concordante con un síndrome de estrés persistente y de hipersensibilidad central, en el que se combinan las medidas psicológicas, con las educacionales y las de prescripción inmuno-inflamatorias, tanto farmacológicas, como de Medicina Física y Rehabilitación.

P.- ¿Había visión de tratamiento integral junto a neumólogos u otras especialidades médicas?

R.- El tratamiento integral, sobre todo el periodo de desarrollo y crecimiento, así como en fases posteriores, se asociaba con las actuaciones de cirugía ortopédica y traumatológica, con intervenciones de corrección de escoliosis, o con operaciones de cadera, rodilla y pie, así como de alargamiento o trasposición musculotendinosas, que obligatoriamente, después de las mismas, precisaban de un largo y específico proceso de Medicina Física y rehabilitación.

P.- La poliomielitis ha vuelto a aparecer en Europa. En España, en 2021, se registró un caso importado, según declaró la Sociedad Española de Epidemiología. ¿Qué más se necesita para acabar con la polio?

R.- Después de 60 años vacunando, sobre los tres tipos de virus de la poliomielitis, prácticamente la enfermedad ha desaparecido, salvo los casos señalados anteriormente, como síndrome postpolio.

Actualmente, en España, la vacunación se realiza en el 95% de los niños de entre 2 y 4 meses de vida, un 93%, de los niños de 11 meses reciben la segunda dosis, mientras que la dosis de recuerdo tardía sólo se aplica en un 70%. Las medidas de erradicación mundial de la OMS de 1988, con criterios biológicos, de ausencia de portadores, etc. ha tenido una eficiencia con eliminación de más de 350.000 casos.  

Hoy día, las medidas de vigilancia son extremas, pero para lograr la erradicación mundial de la enfermedad, existe un problema endémico en los  siete distritos de Pakistán, los endémicos de la zona limítrofe en Afganistán y los de Nigeria, o del Centro y Sudeste de África. Aun así preocupan, no solo estas situaciones, sino que, se siguen detectando situaciones especiales, como la aparición de un caso en aguas residuales de Londres o Estados Unidos o Israel. 

Los casos de poliomielitis son de declaración obligatoria, de ahí que, en fechas recientes, se haya conocido el caso, por ejemplo, el español. Pero no sólo es obligatoria la declaración de esta enfermedad, sino de algunos síntomas agudos de alta sospecha, como es la parálisis flácida. 

Aun así, es fundamental entender, que no todos los casos declarados de parálisis flácida corresponden a poliomielitis, siendo, sin embargo, el diagnóstico final más frecuente, el de Síndrome de Guillain-Barré. No olvidamos que existe una forma clínica asintomática, siendo estos casos indetectables. 

Por otra parte, se puede generar la transmisión de la enfermedad a través de viajeros procedentes de países endémicos. Estos casos ponen de manifiesto la dificultad de la vacunación transfronteriza. De todas formas, el alto nivel de vigilancia existente en España es sumamente encomiable, que sumado al gran índice de vacunación, logran la práctica inexistencia de casos de poliomielitis.

 

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