Me ha liberado mucho que el fútbol ya no sea tan obsesivo para mí

La voz de Dani Carvajal (Leganés, 11 de enero de 1992) suena tranquila. La de alguien que ha hecho bien las cosas y afronta con seguridad lo que tiene por delante. Y con ilusión. La de su primera Euro, la de su primera fase final con España en plenitud. Es la voz de un campeón de Europa. No uno más. Uno que tiene seis réplicas de la Copa de Europa, que vive en este ático que desde 1966 hasta hace dos semanas sólo ocupaba Paco Gento. Representa ese gen indomable que ha hecho del Madrid un equipo con rasgos de invencible y que está seguro puede tener esta selección española que el sábado, en Berlín, debuta en la Euro ante la Croacia de su amigo Luka Modric.

PREGUNTA. ¿Tiene ya guardado en favoritos su gol de Wembley?

RESPUESTA. Es verdad que este año he anotado muchos y el de la final es muy, muy especial.

P. ¿Cómo ha sido ese paso para llegar a esta versión goleadora?

R. El míster me ha dado más libertad. Con los jugadores que tenemos y la disposición táctica que tenemos, sin un jugador por delante como es Vini en la otra, me permite compenetrarme con Fede para llegar arriba. Aparezco más y a nivel de confianza he tenido muchísima. Y, gracias a Dios, ha salido muy bien.

P. Pero esos goles de cabeza…

R. Eso es menos normal. He marcado dos. Tengo un buen timing y muchas veces es cuestión de determinación y agresividad, ir con ganas, buscar el espacio, ganártelo. Ha salido todo redondo.

El mapa de Europa de Carvajal: de Lisboa a Berlín

P. ¿Ese espíritu indomable del Madrid se puede impregnar a la selección?

R. Claro, esa es mi idea. Transmitir a los chicos más jóvenes que vean en los veteranos que hemos ganado tanto y que podemos ser referentes, que es posible. Que hay que luchar hasta el final, adaptarte a cada partido, a cada momento. Eso es lo que nos puede llegar lejos.

P. ¿Qué ha creado esa sensación de un Madrid casi invencible?

R. Es un poco todo. El talento, la manera de competir y no tirar nunca la toalla. Pueden ser las tres bases, luego hay otras más específicas, pero esas son las principales.

P. ¿Con el talento siempre por delante?

R. Va todo cogido de la mano. Nos lo dice Ancelotti: en el Madrid hay hoy muy buenos jugadores, pero con sólo talento hoy no te da para ganar. Hay que meter determinación, agresividad, mucha actitud y mucha humildad. Las cosas fluyen desde ser solidario con el compañero, correr por él cuando hace falta.

P. ¿Es consciente de lo que supone tener seis Copas de Europa?

R. El otro día en la mesa me decía Unai si me daba cuenta de que tengo seis Champions. Con el tiempo creo que le daré mucho más valor, porque ahora mi meta es que mi palmarés siga creciendo.

P. Pero es que son leyenda en activo…

R. Sí. Es algo inimaginable. Acabamos de ganar la Champions, ahora está la Euro en el foco, la temporada empieza en nada con otro título europeo en juego… Esto no para. Creo que el día que me retire echaré la vista atrás, miraré todo lo que he conseguido y me hartaré de ver vídeos.

Creo que el día que me retire echaré la vista atrás, miraré todo lo que he conseguido y me hartaré de ver vídeos.

P. ¿Cómo hace para ser mejor jugador con el paso de los años?

R. Tengo grabada una frase de Zidane sobre eso. Decía que hasta el último día antes de que te retiras puedes mejorar. Se me quedó grabada. El fútbol evoluciona y siempre tienes cosas que mejorar. Ahora es algo más físico y te tienes que adaptar.

P. ¿Qué quiere mejorar?

R. Todo es mejorable. Se puede mejorar en lo táctico, si he metido siete goles, ¿por qué no voy a llegar a 10?, si hemos encajado tres en los que estaba implicado que sea dos o uno. Siempre se puede mejorar.

P. Se habla del mejor lateral derecho del mundo…

R. A nivel de confianza siempre me he sentido el mejor. Para mí, para mi círculo, mi mujer. Tienes que creerlo así. De ahí parte mucho para tu confianza. A nivel de éxitos puede estar entre los más destacados. Pero lo que de verdad valoro es hacer una gran temporada, hacer con 32 años buenos partidos, ser protagonista, marcar en la final… Eso poner en valor tu trabajo, tu esfuerzo, estar a un nivel muy alto a una edad que antes era impensable.

P. A eso no se llega por comer tanto brócoli.

R. (Se ríe) ¡Claro que no! Hay mucho detrás, mucho trabajo. Es verdad que la dieta es muy estructurada y estricta, pero hay muchos más: descanso, psicológico, el ser papá…

P. ¿Ser papá?

R. Sí. Me ha quitado algunas cosas, pero me ha dado otras. Tu atención se centra en otras cosas. Me ha liberado que el fútbol no sea tan obsesivo para mí. Tienes tus hijos y el prisma de la vida cambia. No es que el fútbol pase a un segundo plano, es no tenerlo con tanta obsesión, tanta relevancia. Eso ha hecho que juegue más liberado.

No es que el fútbol pase a un segundo plano, es no tenerlo con tanta obsesión, tanta relevancia. Eso ha hecho que juegue más liberado.

P. De aquel tiempo oscuro hay un día clave. El partido ante el Chelsea en Valdebebas en 2021. Se lesionó y quiso seguir. ¿Por qué?

R. Es verdad. Esa temporada tuve varias recaídas a partir de una lesión fortuita en el lateral interno de la rodilla. Fueron varios problemas musculares. Ese día, con la Euro al fondo, estaba Lucas lesionado. Quería ayudar aunque sabía cómo estaba y que me iba a romper. No estaba bien. Pero era final de temporada y quería echar una mano al equipo.

P. Se echó la mano atrás y…

R. Es que era casi por vergüenza. Me decía: no quiero salir otra vez del campo lesionado, que todo el foco se pusiera en mí, que dijeran “pobrecito, qué pena…”

Me decía: no quiero salir otra vez del campo lesionado, que todo el foco se pusiera en mí, que dijeran “pobrecito, qué pena…

P. Es duro eso…

R. Es la verdad. Tirarme al suelo era decir que estaba lesionado otra vez. Mi cabeza decía que no podía ser. Por eso seguí. Al día siguiente, con el fisio, vi que tenía un hematoma. Había sangrado, estaba roto. Dije adiós a la Euro, a la temporada. Me puse ya a trabajar, a mirar todo lo que se pudiera hacer. Y a partir de ahí fue como un resurgimiento.

P. Ese gesto raro…

R. Sí, lo vio mi padre. Me preguntó y le dije que estaba bien. Son momentos de la vida. Mis padres sufren mucho, sobre todo por las lesiones. Pero me ayuda mucho,

P. Si hablamos de ellos, ahí está la imagen de la celebració de la Champions. ¿Cómo se gestó?

R. Fue al ganar la Liga. A mi padre le queda un año para jubilarse. En Cibeles vi a sus compañeros montando. Él lleva 16 años sin montar. Le dije que me haría ilusión que si ganábamos la Champions nos escoltara. Me miro y me dijo que le lo iba a plantear a la jefa. Y se dio. Para mí esa foto es increíble. Es el colofón a toda su carrera, a su vida en el Cuerpo Nacional de Policía. Es una foto muy especial.

Le dije a mi padre que me haría ilusión que si ganábamos la Champions nos escoltara. Me miro y me dijo que le lo iba a plantear a la jefa

P. ¿Dónde la tiene?

R. No está colocada todavía, pero la tendré. Es un regalo que le quiero hacer.

P. Y también la de los rubios, esos que le han dado tanto, ¿no?

R. Claro, claro. La vida de padre te cambia. Las rutinas te atan un poco más a ellos. Mi mujer dio el pecho al primero hasta los dos años y al segundo, igual. Me levanto, le llevo al cole, le recojo, baño, cena… Mi rutina con los niños es la de ser un padre bastante presente, lo que me permite los viajes. Mi pensamiento, básicamente, engloba a ellos.

P. La renovación llegó cuando algunas voces señalaban a Carvajal, ¿qué ha significado el club en toda su carrera y más en los momentos complicados?

R. Sólo tengo palabras de agradecimiento y confianza plena. A día de hoy lo que el club, entre comillas, quiera hacer conmigo, lo aceptaré totalmente. Cuando peor estaba, el club me ha dado confianza. Me ha transmitido su pensamiento positivo hacia mí, que estuviera tranquilo, que confiaban en mí y eso ha sido muy importante.

P. ¿Sabe qué va a hacer Nacho?

R. No lo sé. Está en duda. Tiene tiempo para decidir. Ojalá que se quede porque es muy importante para nosotros, pero como dije con Toni, la decisión que tome, la aceptaremos.

P. Además de decirle que subas más en ataque, ¿qué le ha dado Ancelotti?

R. Es un míster que creo que me aprecia mucho. Estuve en su primera etapa. Era muy joven y hemos crecido juntos en esta década. Se fue fuera, pero es como si lo hubiéramos hecho juntos. Le tengo una estima importante. Me da mucha tranquilidad y confianza.

P. Miramos al sábado y por ahí aparece otro rubio, Luka Modric.

R.

¡Qué vamos a decir de Luka! Es de los mejores del mundo. Balón de Oro

Espero que el sábado no tenga su partido. Es un choque especial, enfrentarnos a él en la Euro. Intentaré cambiarle la camiseta.

P. Durante esta década, todos los seleccionadores que han pasado por el banquillo de España, han contado con Carvajal…

R. Sí que es verdad que tengo que agradecer a todos el sitio relevancia que me han dado en la selección. He tenido mis oportunidades. Ahora estoy en mi mejor momento futbolístico dentro del campo y ojalá lo pueda demostrar en el campo y corresponder a la confianza que me han dado a lo largo de mi carrera.

P. Llegó a jugar en una España con un estilo muy marcado, el de Xavi, Iniesta… ¿Ha camnbiado?

R. El míster nos pide otras cosas, somos más directos con jugadores como Nico o Lamine. En la vida todo evoluciona y el fútbol también. Tenemos unos jugadores más verticales y preparados para otra manera de jugar.

P. ¿Cómo es esa convivencia que hay entre jugadores del Real Madrid y Barcelona, esa que la prensa vende a veces como complicada?

R. Ni mucho menos. Vamos todos a una, de buen rollo. Cada uno en su club defiende lo suyo. Algo normal. Aquí nos ponemos todos el escudo de España y eso es lo que importa. No hay mal rollo ni nada.

P. Si mira a su derecha (estaba Lamine haciendo una entrevista), está un chaval de 16 años…

R. Lo comentábamos el otro día y le decía que yo con 17 años celebraba el ganar la Copa de campeones de juveniles con el Real Madrid y él está aquí, jugando la Eurocopa con la absoluta y siendo relevante en el Barcelona.

P. Le tiene por delante en el campo, ¿cómo es?

R. Buen jugador, pero a veces le tengo que tirar de las orejas para que me ayude a defender (ríe). Es un puro talento, joven y con ganas.

P. Mano en el corazón, ¿hay posibilidades de ganar?

R. Sí. Creo que la gente no asuma de puertas hacia afuera que no seamos favoritos, nos favorece y creo que

Somos candidatos a ganar la Euro. Lo digo abiertamente.

P. Todavía no hemos hablado de Mbappé…

R. ¡Qué vamos a decir! Top mundial. Los mejores tienen que jugar en el mejor equipo. Desearle que en la Euro no tenga una buena Euro, pero que a partir de agosto de su mejor versión.

P. Ya le ha marcado en alguna ocasión…

R. Sí. En 2022 ya lo sufrí y lo sufrí bastante. Es de los rivales más fuertes a los que me he enfrentado. Por velocidad, por técnica, potencia…

P. Con su llegada, la gente ya dice que el Real Madrid es invencible.

R. No, no. El fútbol no es matemáticas, no es juntar buenos jugadores. Para ganar, para conseguir títulos hay que conseguir que sea un equipo y que todos vayamos en la misma dirección, que sea una tarea común, del mister, de los veteranos, de todos.

P. ¿El próximo gran reto de Carvajal?

R. Seguir ampliando mi palmarés. Tengo como objetivo estar en el The Best, en el mejor once, algo que no he conseguido y que me gustaría lograr estar ahí. También lograr ser el futbolista con más títulos en el club. Estos son los objetivos a corto y medio plazo.

P. Has sacado el tema del Balón de Oro…

R. No, no. Hablamos de cosas mayores (ríe) Igual si marco quince goles en la Euro… Estar en el The Best sería un Balón de Oro particular.

P. ¿A quién ve como Balón de Oro?

R. Al que veo con más opciones es a Vini. Falta la Copa América, pero…. Ha estado lesionado tres meses, pero no le han importado para marcar muchos goles y ser decisivo en Champions y Liga. Él y Jude pueden ser los que ganen.

P. Cuéntenos la charla que diste antes de la final de la Liga de las Naciones.

R. ¡Me da vergüenza! Sólo me había perdido en mi historial una final y fue por covid en Arabia. Era la primera final que estando disponible no iba a jugar. Lo hacía Jesús. Transmití al equipo eso, que no iba a jugar, pero que podía ser igual de importante. Les dije que no había ganado ningún título con la selección y que era nuestro momento.Me emocioné un poco y al final el destino me permitió lanzar el último penalti.

P. ¿Hubo lágrimas?

R. Casi (rie).

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