“Te das cuenta de que aquello por lo que has luchado no merece la pena”
José María García es historia viva de la radio deportiva española. Habla sin pelos en la lengua, pero medita lo que suelta. Intentar conversar con él de algo que no sea periodismo no es fácil: ha sido y es su pasión, aunque tiene claro que lo que más le importa en este mundo es su familia. Rebautizado como Butanito o Supergarcía, los deportes fueron su salida durante la dictadura. Era eso o la información municipal. Años más tarde, se convirtió en líder de audiencia llevando los deportes a la noche.
La guerra con José Ramón de la Morena ya es pasado. Cree que fue un error de los dos, pero sobre todo suyo. Su carrera empezó en 1963 como reportero en Radio España. De allí, pasó al diario Pueblo y en 1972, fichó por la Cadena SER dónde estrenó la radio deportiva de medianoche. Diez años más tarde fichó por Antena 3 Radio y estrenó Supergarcía. En 1992, Prisa compró Antena 3 y se fue con su programa a la Cadena COPE. Después de ocho años, se unió al ambicioso proyecto audiovisual de Telefónica Media para competir con Prisa. Allí García presidió la división de deportes y conformaron en Onda Cero el autodenominado Dream Team de la radio junto Luis del Olmo, Carlos Herrera y Victoria Prego. Dimitió El 7 de abril de 2002. Le dolió, pero no se arrepintió. Reconoce que ha tenido ganas de volver muchas veces para devolver lo que le han dado sus oyentes.
Vivo con paciencia y tranquilidad, ¡hasta que Dios diga que se acabó la feria!
Tienes 80 años. ¿Minuto y resultado?
Buena pregunta para empezar y tiempo para responder. El partido todavía no ha terminado.
¿Hay que vivir cada día como si estuviéramos en la final de la Champions?
Sería terrible, terrible, terrible, porque poca gente sabe lo que es vivir o conoce lo que es una final de la Champions, antes y después. Hay que estar un poco más relajados.
¿Ha llegado a la edad del sosiego?
Unos días estás sosegado, otros días estás muy contento, otros irritado. Es lo normal en gente normal. No se puede estar siempre feliz, contento, dichoso, ni siempre cabreado.
¿La segunda parte del partido es la buena?
Por edad, no es mi segunda parte del partido. Esta es la parte final, la definitiva. Cuando Dios quiera le seguiré. He vivido intensamente, he vivido bien, he tenido una mujer excepcional, dos hijos que son una maravilla y tengo 3 nietas. Vivo con paciencia y tranquilidad, ¡hasta que Dios diga que se acabó la feria!
Te das cuenta de que por lo que muchas veces has luchado y te has dejado la piel, no merece la pena
Lee también
¿Hubieras preferido ver nacer a tus hijos a dar cualquier exclusiva?
Por supuesto. Viví esos momentos con muchos nervios e intranquilidad, sobre todo con el primero porque estábamos en Rusia con un partido de la Copa de Europa del Real Madrid.
¿Uno se hace mayor cuando se da cuenta que los futbolistas podrían ser sus nietos?
¡Hay un millón de cosas más! Te das cuenta de que por lo que muchas veces has luchado y te has dejado la piel, no merece la pena.
¿Qué cambiarías de tu pasado?
Dedicaría más tiempo a mis hijos y a mi mujer. En momentos determinados, intentaría no ser tan irritable.
Me equivoqué mucho, ¡muchísimo! La guerra con la cadena SER, con José Ramón de la Morena, fue un error de los dos, pero sobre todo mío
¿Has sido muy irritable?
El nuestro es un trabajo no apto para tranquilos. Si tú quieres ser tranquilo, no seas periodista. Si tú quieres ser un buen periodista, sé intranquilo.
¿“Buenas noches y saludos cordiales” era un saludo trampa para empezar con buen pie y luego repartir?
Era un saludo cariñoso y apropiado. Me salió en un momento y ya se quedó a vivir conmigo.
¿La competitividad te llevó por caminos equivocados?
Me equivoqué mucho, ¡muchísimo! La guerra con la cadena SER, con Jose Ramón de la Morena, fue un error de los dos, pero sobre todo mío. Tendría que haberme dedicado a mí, a mi trabajo y a mi emisora y olvidarme de los demás. Los caminos que he tomado eran los que consideraba que debía tomar. En la historia mundial de la comunicación, la primera vez que un medio de comunicación ha comprado a otro para cerrarlo, ha sido en mi caso. Es terrible y tremendo, pero así ha sido. Luego ficharon a medio equipo mío, con promesas falsas. Pero eso ya está olvidado. Cuando te queda un telediario, que ojalá no sea de los cortos, piensas “¿y qué más me da?”.
Al periodismo le sobran carencias económicas y carencias de talento y responsabilidad en los que mandan
¿Qué le falta y qué le sobra el periodismo hoy en día?
Le falta todo porque ha dejado de ser periodismo. Y le sobran carencias económicas y carencias de talento y responsabilidad en los que mandan. Antes teníamos unas personas que mandaban y conocían su profesión porque tenían experiencia, conocimiento e independencia. Hay alguna excepción, pero poquitas.
En las radios se están impartiendo clases de inteligencia artificial…
¡Bienvenidas sean! Ojalá ayuden, colaboren y lleven a esta nueva radio a lo que era hace unos años. Si se utiliza adecuadamente, es una ayuda. Todo lo que es ayuda y colaboración es válido.
¿Te parecería bien que clonaran tu voz?
No tendría ningún inconveniente. Precisamente, en mi carrera no ha sido lo mejor. ¡Ni muchísimo menos! La mía no era una voz radiofónica, pero sí ha sido peculiar y diferente. No creo que ganase nada clonándola.
Hay periodistas con 25 años de antigüedad que no llegan a los mil euros
Lee también
¿Los reporteros de ahora son mejores, peores o diferentes?
Las diferencias son abismales. Hoy el periodismo de investigación y de denuncia ha desaparecido. Conseguir una primicia son horas de investigación. Hay periodistas con 25 años de antigüedad que no llegan a los mil euros.
¿Las redacciones de antes, con ruido, whisky y mucho humo, no tienen nada que ver con las de ahora?
Eran sensacionales. Estuve muchos años en un periódico, el diario Pueblo, que tenía hasta su whiskería. En Pueblo jugábamos al póquer. Yo no bebía alcohol, pero había compañeros que bebían mucho. Nos dejábamos la piel trabajando.
Actualmente, la tecnología nos permite ver las conexiones de nuestros oyentes o lectores al momento.
Son avances buenos y recomendables, siempre que tengas la personalidad suficiente. En el caso de la radio, si ves que una entrevista es interesante, pero los oyentes se están yendo, no pueden bajar. Y si están bajando, la que se está equivocando es la máquina y no tienes por qué hacerle caso (ríe).
¿Un redactor deportivo puede confesarse seguidor de un club y convertirse en un ultra, y en lugar de hacer entrevistas hacer felaciones?
¿Cuándo ha sido la última vez que has visitado una redacción?
He estado en la redacción del diario El Mundo. Me gusta, pero me quedo con el recuerdo de mi diario Pueblo de los 70. Antes, raramente te encontrabas un tonto en una redacción; hoy, raramente te vas de una redacción sin despedirte de muchos tontos. ¿Un redactor deportivo puede confesarse seguidor de un club y convertirse en un ultra, y en lugar de hacer entrevistas hacer felaciones?
¿Qué te parece el fenómeno de los youtubers y de la Kings League?
No se le puede poner un freno al progreso. A mí, lo de Ibai Llanos me parece perfecto, pero no montes un invento con un deportista y en lugar de hacerle una entrevista, le pases la mano por el flequillo. Es una involución del medio. Recientemente, el diario As ha puesto como gran noticia a su subdirector llorando de alegría porque su equipo, que es el Real Madrid, ha ganado.
Lee también
¿Si tuvieras 30 años en vez de tus 80, serías youtuber?
Posiblemente, sí. Pero exigiría que desapareciese el anonimato de las redes sociales. No me interesan para nada, mientras que el tipo o la tipa puedan decir cualquier barbaridad sin identificarse como autores.
¿Qué deportes te gusta mirar?
Casi todos. Me llama mucho la atención la perfección que está alcanzando la profesionalización de los jóvenes. El hecho de que haya chavales con 16 o 17 años en la Selección Nacional o jugando en Primera División, o chicos con 18 años siendo números 1 o 2 del tenis mundial, me parece tremendo.
¿Cómo sabe un presentador que ha llegado el momento de retirarse?
Yo no me habría retirado. Me retiré porque me enfrenté directamente al que era presidente del gobierno, Jose María Aznar. Me dije: “Yo no aguanto más a un torpe, y me fui. Mejor retirarse que te retiren”.
¡Me jubilé, con 59 años! 30 años después es impresionante el recibimiento que me hacen cuando voy a actos públicos
¿Se puede vivir o hacer periodismo sin enfrentarse?
No se puede. Sin enfrentarte, no cuentas lo que debes. Ahora mismo tengo una lucha tremenda con el presidente del Real Madrid. Alguien se preguntará qué me ha hecho. La verdad es que a mí no me ha hecho nada, pero se lo ha hecho a mi profesión, ha destrozado la profesión a la que yo me dedicaba, ha dañado, ha perjudicado, ha molestado y ha ofendido a muchos de mis compañeros. Y el resto de los compañeros no hacen absolutamente nada por evitarlo. Este señor, cuando no está de acuerdo con lo que se publica, lo primero que hace es llamar al medio para pedir la cabeza del periodista.
Eso es coartar la libertad…
No, eso es algo más grave. Eso es ser mala persona.
¿Florentino Pérez es una mala persona?
Ha hecho lo que hacen las malas personas.
Te fuiste sin decir adiós un 7 de abril de 2002. ¿Aquél día sabías que no volverías?
Lo sabía y lo viví con muchísima tranquilidad porque pensaba que era lo que tenía que hacer. Mi cabeza me dictaba que hay cosas que no se pueden permitir. Y como no se podía ganar esa batalla, dije adiós y hasta ahora. Me ha dolido, pero no me he arrepentido jamás. ¡Hay que tener en cuenta que a mí me jubilaron, o me jubilé, con 59 años! 30 años después es impresionante el recibimiento que me hacen cuando voy a actos públicos. He hecho muchas cosas mal, pero algo he tenido que hacer bien para que se mantenga este respeto y admiración. Muchas veces me han dado ganar de volver para devolverle a mis oyentes algo de lo muchísimo que me han dado ellos.
Treinta años después, siguen imitándote. ¿Cómo lo llevas?
Me parece muy bien, no me molesta lo más mínimo. Unos lo hacen muy bien y otros menos bien. Pero es un tributo que hay que pagar.
Cuando te encuentras mal, y un buen día te dicen que tienes un cáncer, te das cuenta de que la salud es lo más importante
¿Cómo recuerdas el día después?
No es un día, son varios días. Lo he ido pasando y poco a poco ignorando. Es muy difícil hacerlo y mucho más explicarlo. Por suerte tenía mi equipo de futbol sala profesional, que me gustaba mucho y me distraía. El Inter Movistar ha sido durante bastante tiempo el mejor equipo del mundo. Esto ha llenado mucho mi tiempo. Además, he tenido y tengo bastantes amigos. No ha sido traumático en absoluto. Pero a mí, me hubiera gustado seguir disfrutando en el frente. En mi frente. Pero vi que no lo podía disfrutar como a mí me gustaba. Cometí un error y cuando cometes un error, no lo tienen que pagar los demás, lo tienes que pagar tú. El error fue marcharme de la COPE porque quería poder luchar en igualdad de condiciones con el imperio del monopolio. Me equivoqué.
¿Te sigue gustando ganar hasta con las canicas o lo de perder ya no lo ves como antes, que decías que se te quedaba cara de gilipollas?
Cuando ya tienes mis años, le restas mucha importancia. Si pierdes, intentas que el disgusto te dure muy poquito. Si ganas, intentas alargarlo, porque tan efímero es el triunfo como la derrota.
¿Tan importante es ganar en la vida o profesionalmente?
Una cosa es ganar y otra es perder. Si me dan para elegir, prefiero ganar.
¿El cáncer que sufriste en 2005 hizo que cambiaran tus prioridades?
Un poquito. Moderé mis inquietudes. Cuando te encuentras mal, y un buen día te dicen que tienes un cáncer, te das cuenta de que la salud es lo más importante.
Me gustaría ser recordado como una persona trabajadora que intencionadamente no ha querido hacer daño a nadie
¿La felicidad para ti sigue teniendo forma de pelota?
Para mí, la felicidad nunca ha tenido forma de pelota. La felicidad han sido mis padres, mis hermanas, mi mujer, mis nietas y mis hijos ¡Para mí hacer información deportiva fue un accidente llamado “dictadura”! Cuando llegué al diario Pueblo, hice una primera entrevista. El señor al que entrevisté era un representante del tercio de familias que había cambiado a su santa de 40 por dos de 20. No lo convertía en el modelo a seguir. Cuando salió publicada, la censura convirtió al que respondía en un genio y al que preguntaba en un tonto. La dirección me dijo que era lo que había, que lo que yo quería hacer en ese momento era imposible. Podía escoger entre hacer información municipal o deportiva, y me pareció más atractiva la deportiva. No me arrepentí.
¿Has empezado a pensar en el adiós definitivo?
No quiero pensarlo, me da miedo. Antes iba a los entierros y ahora procuro evitarlos. Aun siendo creyente, me da miedo fundamentalmente dejar a mis hijos y a mis nietas.
¿Qué te gustaría que pusieran en tu lápida?
Lo que quieran. Cualquier cosa que pongan será bien recibida allí dónde esté. Me gustaría ser recordado como una persona trabajadora que intencionadamente no ha querido hacer daño a nadie. Pero que hacer su profesión con justicia era y es molestar a muchos.
¿Para hacer buen periodismo hay que molestar?
¡Está claro! (ríe)
Lee también