Focos para Nico y Lamine…, pero un emocionante vídeo y 15 ‘hermanos’ recuerdan que Álex Remiro también sería campeón | Relevo

Berlín (Alemania).- Lamine Yamal, Nico Williams y hasta Álvaro Morata han tenido mucho trabajo extra en esta Eurocopa con tantas entrevistas y focos encima. Por eso, al final, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha tenido que ir dosificando poco a poco su exposición y regateando por el camino las críticas por el hecho de que hablaran hasta con Radio Taxi. Es normal, ellos, como otros muchos internacionales de esta Selección, han sido dulces protagonistas durante este largo mes y todo el mundo ha querido saber cada uno de sus pasos presentes y futuros. No es el caso de Álex Remiro (Cascante, Navarra, 1995). El portero ha puesto su grano de arena para que este equipo sea una familia sin hacer nada de ruido.

Siendo titularísimo en la Real Sociedad, aquí tiene el rol de tercer guardameta en la Roja, y es el único internacional que no ha disputado ni un solo minuto en la Eurocopa, por lo que ha estado la mayor parte del tiempo en la sombra. Ya les pasó a Sadurni, Reija, Gallego, Del Sol, Paquito, Villa y Zaballa en la Eurocopa ganada en 1964; a Palop en la de 2008; a Reina, Valdés, Juanfran, Albiol y Fernando Llorente en la de 2012; y de nuevo a Reina y Valdés -más Albiol- en el Mundial de Sudáfrica. Pero aunque ahora mismo sólo haya concedido alguna que otra entrevista y no aparezca demasiado en el imaginario colectivo -es ese galán rubio que da saltos como si estuviera poseído con cada gol-, está en el corazón de todos los que le adoran. Que son muchos dentro y fuera del vestuario de España. Decir que es uno de los pilares en la caseta no es nada atrevido. Pregunten a De la Fuente y a los capitanes.

Por eso Relevo ha querido rendirle en estas horas previas a la final contra Inglaterra un modesto pero merecido homenaje. No debe ser fácil ir a una de las mejores discotecas y quedarte esperando a tu cuadrilla en el guardarropa. Sus amigos, familiares, entrenadores y compañeros de equipo se han volcado con la iniciativa de ponerle en valor en un día tan importante porque saben, como nadie, lo que le ha costado llegar hasta aquí, sumar en la élite 322 partidos con sus diferentes clubes (Athletic, Levante, Huesca y Real Sociedad) y el mantener el nivel que está mostrando. El sentir general es unánime: “Es un profesional, lo está disfrutando a tope y aquí lo que de verdad importa es que traigan la Copa a Cascante”.

Sus compañeros en el Aluvión, club que le vio nacer, y colegas con los que pasa buenos ratos como Gonzalo Martínez, están sobre todo orgullosos y agradecidos. Alejandro Arriazu creció a su lado, por lo que flipó en marzo cuando debutó con la Roja en Londres en el amistoso ante Colombia: “Estamos muy contentos por verle ahí después de haber compartido vestuario seis o siete años. Nunca olvidaré aquel torneo que hizo en Vitoria justo antes de que se fuera al Athletic. Se salió”. Como Mario Sanz, que comparte sus sensaciones desde el mismísimo vestuario que vio crecer al guardameta: “Estar aquí me trae muchos recuerdos de cuando éramos pequeños y veníamos a entrenar dos o tres días a la semana. Era el primero en llegar a la ducha y siempre, siempre, era el último en salir de ella. Nos echamos buenas risas. Aquí es donde crecimos y nos hicimos amigos. Por eso, pase lo que pase en Berlín, estamos contigo Álex. ¡Aúpa Aluvión!”.

A su entrenador en las categorías inferiores del pueblo, Martín Ángel Sanz, le brillan los ojos al hablar de su alumno más aventajado. “Alejandro, eres un campeón. Conociéndole, estará disfrutando como nadie en el mundo. Le tengo un aprecio especial porque pasamos muchas vicisitudes juntos y de todo lo que me quedo es de las ganas que siempre tenía para llegar a donde estás. Es un orgullo tenerle como representante. Como el Día de San Prudencio, la copa se trae a Cascante. ¡Viva España y aúpa Aluvión!”. El presidente del club, Alberto Sesma, está convencido de que regresará a su tierra con la medalla en el cuello: “Yo, cuando alzo la cabeza cada día y miro el cuadro que tengo en el despacho (con una de sus fotos más legendarias, la Copa del Rey ganada al Athletic),sólo veo a un campeón”.

Un crecimiento imparable

De jugar por hobbie, Remiro pronto pasó a hacerlo como un profesional. De la Fuente siempre lo tuvo en el punto de mira. Se incorporó al Athletic en 2009, siendo cadete, por uno de esos convenios que ponen en el mapa al fútbol más modesto. En 2013, en edad juvenil, ascendió con el CD Basconia a Tercera mientras Kepa ya volaba al Bilbao Athletic. Y ahí fue donde dio el estirón para acentuar el interés en su figura. Después, pasó por el filial rojiblanco en 2ªB y llegó a ascender al fútbol profesional del que no saldría más. Eso sí, pasando algún mal trago pese a ser citado con el primer equipo, incluso en Europa, con el que no llegó a debutar. Mientras, la Selección llamaba a su puerta en las diferentes categorías inferiores.

Uno de los entrenadores de porteros más notables que tuvo junto a Luis Llopis (ahora ganando Champions con el Real Madrid) fue Pello Aguirreoa. Y desde su casa da fe del brutal crecimiento de su amigo: “Recuerdo cuando subía los martes a Lezama con Juan Carlos Segura, el coordinador del Athletic en Cascante, y le costaba adaptarse a los ritmos que teníamos. Cuando se iba, todos hablábamos muy bien de él, pero decíamos ‘le falta ritmo’. Y Juan Carlos nos decía siempre, ‘vosotros tranquilos, eso no es un problema y va a ser un gran portero’. Y sí que lo ha sido. Juan Carlos acertó. Esos ritmos mejoraron y decidimos que se incorporara al club. A partir de ahí la historia la ha escrito él. Estaba en la residencia, con unos méritos tremendos. Cuando se volvía a Cascante y se metía en el coche de vuelta se llevaba un bocadillo tan grande como él. Ojalá disfrute del momentazo. ¡Aúpa Remi!”.

Y ahí, cerca de él, siempre estuvo el preparador Armando Ribeiro: “Me alegro muchísimo de que estén donde están Álex y Unai Simón. Los quiero mucho. Remiro estuvo conmigo muy joven y pasamos años muy chulos. Tengo un recuerdo muy bonito de él y eso que me metía en muchos compromisos con los entrenadores porque era muy jugón filtrando pases por dentro, haciendo recortes, se la jugaba siempre… Los técnicos me decían ‘¡Arman, Arman, que Álex no es el pasador! Y él ni caso. Seguía. Pero gracias a su esencia ha conseguido cosas importantes. Que lo disfrute”.

Uno de sus entrenadores en el Athletic, una leyenda como el Cuco Ziganda, le tiene un cariño especial: “No ha podido venir a San Fermín, pero ha merecido la pena. Queda un último esfuerzo, el último empujón y esperamos que salga todo de maravilla, como hasta ahora. Está siendo impresionante el juego y al dimensión de equipo que están dando todos. Y eso es desde el primero hasta el último jugador. Los 26. Felicidades. Y ya me han dicho que le está dando a la pelotita más pequeña… (por el golf). A ver si viene por aquí a jugar (su sobrina Carlota es profesional y de las buenas) y ya de paso me trae la copita para verla más de cerca”.

Cesiones y un fichaje bomba

Más tarde llegaron las cesiones al Levante y al Huesca. Allí, en el Pirineo, se hizo amigo inseparable del Chimy Ávila, nacionalizado español y que últimamente ha estado en las quinielas para ser convocado con la Selección. Un delantero que lo recuerda con admiración: “Es mi hermano. Y le mando un abrazo. Le quiero mucho y sólo me queda darle la enhorabuena por todo lo que está luchando. Estoy seguro que van a pelear en esta final para ganar esta Eurocopa”. Rubi le tuvo a sus órdenes en El Alcoraz: “Que ilusión me hace que esté ahí. El orgullo que tenemos con su carrera es tremendo. Todo el staff de Huesca (ahora están en el Almería) le queremos. Sabíamos que teníamos un diamante en bruto y una persona insuperable. Es de los que para nada se le sube la fama a la cabeza y siempre ha sabido ser igual de humilde. Es top y especial. Un pasote de portero y de muchas cosas más. Con el lema que tenemos ahora en el Almería… ¡Siempre en mi equipo! Ojalá ganen porque nos han hecho disfrutar muchísimo”. Adrián Mallén le ayudó a mejorar entonces: “Le aprecio mucho. Me alegro mucho de lo que está viviendo y le deseo toda la suerte del mundo. Tiene que disfrutar de este momento y valorarlo. El trabajo da sus frutos. Y tiene que sumar desde el rol que le toque. Queda un pasito y ojalá lo consigan. Eso sí que sería un buen pelotazo y no el que se llevó él el día del ascenso del Huesca a Primera (risas))”.

Ese tiempo de idas y venidas de Bilbao no fueron sencillos. Le motivaba el hecho de hornease en la mili, pero también le frustraba el hecho de que la gran factoría de porteros de Lezama no acababa de hacerle un hueco. Ni siquiera con la marcha de Kepa al Chelsea. Así, la relación con la directiva se fue torciendo. Aitor Elizegi le propuso renovar, pero él se negó y se acabó marchándose a la Real Sociedad. Allí, Roberto Olabe, director de fútbol del club, lo pone siempre como ejemplo por su constancia y profesionalidad. Lo hace como portavoz de una entidad en la que a Iñaki Ulloa y Jon Alemán, maestros del trabajo específico en la portería, también se les cae la baba con él: “Estamos súper orgullosos de lo que está ocurriendo. Y más teniendo en cuenta que en la Selección hay cinco chicos representando a la Real”, asegura Olabe. Y añade: “Me viene a la cabeza su proceso de transformación y de cómo hemos ido construyendo nuestra relación. Y que una de sus peticiones fue que en su contrato quedase reflejado que tendría que haber alguna consecuencia en caso de que fuera internacional absoluto… Eso es justo lo que ha hecho. Trabajar con la idea que hay aquí, la de ser los mejores de lunes a viernes. Estoy especialmente orgulloso por él por esas ganas de ser cada día el mejor del mundo. Y eso significa trabajar sin luces y más allá del resultado, y centrarse mucho en la autocompetencia para elevar el nivel y estar siempre preparado. Es increíble cómo está dando soporte en la sombra a las cosas que no vemos y que tienen su significado. ¡Gracias!”.

En Anoeta es ya un ídolo. Y hay compañeros que han vivido su proceso de maduración en Zubieta que lo quieren como a un familiar más. Miguel Ángel Moyá destaca por encima del resto. Ha desconectado por completo en sus vacaciones, pero cuando se le molesta para animarle a hablar sobre Álex, no hay playa que valga: “¿Cómo va el golf, Álex? Digo… la Eurocopa… Me ha parecido leer un par de publicaciones en las que dicen que se ha dado al golf. Y de hecho he estado hablando por Marbella con Javi, un amigo de ambos, y me ha dicho que sólo Morata le supera. Está hecho un animal. Es el auténtico ‘John Raaaaaaamiro’. Es un fenómeno. Toca el gran día. Estamos con la Selección. Y los que queremos tanto a Álex, pues además con él. Es uno más de los que da fuerza a este equipo. Ánimo. Es un puñetero crack al que quiero y echo de menos. ¡Vamos con todo, vamos España!”.

Sin duda, escuchando a sus más cercanos, queda claro que Álex tiene una cabeza privilegiada. De ahí que siempre esté tan volcado con la salud mental y con la preparación invisible, sin tabúes, y con la premisa de que, además de para prevenir posibles problemas, la psicología permite mejorar el rendimiento mientras se defiende unos valores. No hay más que hablar con su psicóloga, Mar Rovira, para entender de qué pasta está hecho el portero. Nos atiende alegre, bromista y cercana donde las haya, y cómo no ataviada con la camiseta del debut de Álex con España: “Es una bellísima persona. Espectacular. Lo tiene todo a nivel personal. Y para estar en una Selección como ésta tienes que tener dos cosas: ser así, como es él, y ser muy bueno en tu posición, como también es el caso, un portero excepcional. Estoy súper orgullosa. Y alucino con la familia que han creado ahí y de cómo la han ido construyendo. Me consta que se lo está pasando muy bien. En su rol lo está haciendo increíble. Ojalá se redondee todo con la Copa y lo podamos celebrar juntos”.

Eso es lo que también quiere hacer Andrea, su hermana. Y en el propio estadio: “Mucha fuerza para la final. Es un momento único y especial. Hay que disfrutar al máximo. Aprovéchalo, Álex. Nosotros estaremos contigo desde la grada apoyándote a tope. Me acuerdo cuando éramos pequeños y los papás recortaban mi cara para poner a Casillas, y ahora eres tú el ídolo de todos los niños. Me parece totalmente increíble. Mucho ánimo. Te queremos mucho”.

Y tanto. Y por tantos. Álex no jugará este domingo tampoco, pero está más presente que nunca. Ya lo dijo De la Fuente antes de empezar esta Eurocopa inolvidable: está Selección no son 11 sino 26. Todo y todos suman.