R. Sociedad – Paris Saint-Germain: Mbapp vale los cuartos

Hay gente que est ya algo cansada de Kylian Mbapp, que es, efectivamente, una multinacional con patas. Como, por otra parte, lo son el resto de grandes estrellas del ftbol. La diferencia es que el jugador del PSG es capaz, l solito, de decantar un cruce de Champions que poda tener trampa para su equipo, parapetada la Real en el ambiente elctrico de Anoeta. Mbapp desenchuf el cable con un primer tiempo colosal, demostrando que seguramente vale lo que cuesta y que cuesta lo que vale. Ahora que ha decidido dejar Pars, quien vaya a hacerse con sus servicios (seguro que les suena la historia) se habr cargado de argumentos, si es que esto era necesario, despus de su exhibicin de anoche en San Sebastin.

Desde el primer baln que toc, la silbatina de Anoeta reconoci al jugador diferente. Entr el galo por la izquierda, casi en la primera jugada del partido, y pudo hacerse hueco para un remate que sali alto. Un rato despus, al cuarto de hora, Mbapp depur la accin tras un desmarque que dej fuera de juego a Traor. El delantero del PSG se vio entonces con Zubeldia, al que recort un par de veces hacia fuera, antes de soltar un derechazo combado que se aloj junto al segundo palo de Remiro. El golpeo llevaba tanto veneno que incluso se descosi la red de los anclajes.

Para ese momento, el PSG ya mandaba en el Reale Arena ante una Real quiz sobrepasada por la situacin, y evidentemente lejos del momento de forma que la llev a imponerse con solvencia en su duro grupo europeo, e incluso del equipo que, en el primer tiempo del partido de ida, domin a su rival. A aquella versin de la escuadra txuri-urdin le falt gol, pero a la de ayer casi no lleg ni para crear ocasiones en el primer acto. La mejor opcin fue de Take Kubo, al filo del descanso, con un zurdazo demasiado cruzado tras una buena diagonal. El nipn puso la escasa pimienta que ali el ataque de la Real, con Oyarzabal clarmente fuera de punto y Becker bien frenado por el veloz Achraf Hakimi.

La Real, asfixiada

Mientras la Real penaba para incluso sacar la pelota de atrs (este PSG sin Messi y Neymar, a pesar de la bula de Mbapp, defiende muy bien hacia adelante), en la otra portera Remiro se tena que multiplicar para contener al ataque francs, siempre con Mbapp como referencia. Hacia la media hora, remat de primeras un buen envo de Barcola que el meta local sac de forma casi milagrosa. Esa vez entr la estrella parisina por el carril central, porque Luis Enrique le dio libertad para moverse por todo el frente de ataque, con Dembl muy pendiente de las ayudas defensivas. Ya antes incluso del gol de Kylian, otra gran accin personal del atacante francs concluy con un pase atrs para Barcola que tambin sac Remiro con una parada de portero de balonmano.

El paso por la caseta no sirvi para reanimar a la Real, a la que de repente se le vino el mundo encima, con esa semifinal de Copa que se fue tambin se esfum en casa y la evidencia de la inaccesibilidad de este PSG y de su estrella. Para soar en grande es necesario hacer grandes cosas, y en ese sentido poco tiene que reprocharse el grupo de Imanol, al que la temporada se le puede hacer eterna. Pese a todo, busc con vergenza torera el gol del honor, consuelo menor pero que al menos s obtuvo, con su rival ya regulando y revitalizado por los cambios. Mientras, el PSG, que mostr ms hechuras de equipo que en pocas de elencos ms lujosos, manejaba el partido a su antojo, con Mbapp sembrando el pnico. Un baln de Nuno Mendes le puso una autopista por delante hasta Remiro, al que sorprendi al palo corto, una accin en la que la mayor parte de los delanteros buscan el segundo y que l parece tener patentada.

Era su gol nmero 34 en otros tantos partidos. Muchos de ellos no han rebasado las fronteras de Francia, limitndose al consumo domstico. Pero los dos de este martes se sirvieron en el mejor escaparate posible, el de la Copa de Europa. Un partido en el que Mbapp demostr que bien vale unos cuartos. De los que se ganan en el csped y de los otros.