‘Uf, si aún fueran las motos…'” | Relevo

Cristina Bea

Nunca pensó Antonio Lobato que narrar el Giro de Italia de 1995 en Telecinco le acabaría cambiando la vida. Quien lo vio claro fue Juan Pedro Valentín (Madrid, 1964), director de los servicios informativos de la cadena cuando en 2005 se hicieron con los derechos de la Fórmula 1 en España. Cinta en mano, el periodista madrileño se sentó delante del hoy icono televisivo para convencerle de que él iba a ser el narrador de los, a la postre, posteriores títulos de Fernando Alonso. Y de toda la Fórmula 1 que vino después de muchas dudas iniciales.

“Llegué a la reunión de contenido y les dije: ‘Vamos a anunciar que hemos comprado la Fórmula 1’. Y todos los que estaban en la reunión, incluido Antonio, dijeron: ‘Pfff, ¿la Fórmula 1?, si fueran las motos…’ Estamos hablando de un momento en que los pilotos españoles estaban en todas las categorías y toda la atención estaba en las motos. Ellos decían: ‘Es que la Fórmula 1, en fin, no la ve nadie, la Fórmula 1…’, recuerda Valentín de una época en la que se aficionó a las cuatro ruedas, pero mucho menos que a su Atlético de Madrid desde su más tierna infancia.

“Eso de ‘de padres a hijos’ es una cosa muy cierta”, dice el hoy subdirector de informativos de Mediaset, con el que charlamos sobre cómo el Atleti “se ha caído en febrero”, sobre Antoine Griezmann y Joao Félix: “Me da miedo porque no sé quién va a ser el nuevo Griezmann del Atleti. Teóricamente era Joan Félix, pero Joan Félix no ha querido ser la nueva estrella del Atleti. Tiene en su cabeza que él ya es la estrella y los demás no se lo reconocen. No sale nada bueno de una persona que está todo el rato enfadada”. Y sobre Simeone y el cholismo. “Ser cholista no significa venerar al Cholo por encima de todas las cosas y no tener un momento de crítica hacia una cosa que haya podido hacer mal”, asegura y razona Juan Pedro Valentín en un nítido análisis del Atlético de Madrid que él ha conocido, conoce y espera conocer “partido a partido”.

Juan Pedro, director adjunto de Informativos de Mediaset España tras la llegada de Francisco Moreno como director de informativos del grupo, y al frente de Noticias Cuatro. Vuelven los servicios informativos de la cadena después de cinco años. ¿Cómo te sientes en este punto de tu carrera, en este nuevo rol?

La verdad es que hemos cambiado muchísimas cosas en los informativos. Se ha incorporado Paco como el nuevo director de la división, hemos revolucionado bastante toda la parte de decorados y de formatos de los informativos y hemos recuperado Noticias Cuatro, que ya en la anterior etapa también lo llevaba yo y lo he vuelto a asumir. Con muchísimas ganas y muchísima ilusión, la verdad. Es un momento bastante bonito dentro de la redacción, porque transformar una cosa que era necesaria y volver a recuperar unos informativos son proyectos muy ilusionantes.

¿Lo tuyo con el periodismo ha sido siempre vocacional?

Sí. Yo desde 4º de EGB recuerdo decir que quería ser periodista. Me gustaba. Yo no sé si fue porque viví una época de España convulsa en medio de la Transición, donde pasaban muchísimas cosas todo el rato y donde todo el mundo estaba pendiente de la radio, de los periódicos y de la televisión. A mí todo eso me iba gustando. La verdad es que sí, es vocacional.

Siendo tan apasionado del fútbol y del Atleti, ¿no te planteaste nunca ser periodista deportivo?

Sí, me lo he planteado, me lo planteé sobre todo al principio. Decía: ‘No me importaría ser periodista deportivo’, pero como tampoco me habría importado ser corresponsal en alguna ciudad extranjera y hacer coberturas de eventos especiales, sin embargo, la vida te va llevando por otros caminos.

¿Y el fútbol por dónde te llevaba? ¿Eras de ir al estadio? ¿Cómo ha sido tu pasión por el Atlético desde niño?

Era de ir al estadio desde los cuatro años. Mi padre era socio del Atleti, mi hermano lo fue socio del Atleti; yo me incorporé a ser socio del Atleti. Recuerdo haber vivido, por ejemplo, el partido frente al Celtic de Glasgow con gran pasión, haber vivido la final de la Copa de Europa contra el Bayern de Múnich, esa doble final con gran decepción siendo un niño. Desde muy pequeño yo he vivido en mi familia ser del Atleti, lo hemos vivido los tres y ahora lo vivimos con mi hijo con mi sobrino y mi hermano y yo yendo al campo. Esto de padres a hijos es una cosa muy cierta.

¿Y cómo has vivido lo de caer en las semifinales de Copa ante el Athletic?

Mal, todas las derrotas se viven mal, eso es obvio. Cuando resulta que tú piensas que vas a pasar a la final… Es verdad que se había puesto bastante complicado con el 0-1 en la ida, pero crees que el equipo va a dar la talla y te das cuenta de que no. No fue el partido, no dimos la talla. Ése es un partido como para que estemos enfadados, sobre todo por quedar 3-0 y no tener ninguna oportunidad de haber disputado la semifinal en ningún momento. Pero la ilusión nunca nunca se pierde, nos queda el Inter… Incluso cuando se acabe la temporada te empiezas a ilusionar con los fichajes, aunque nosotros no nos ilusionamos últimamente mucho porque son todos muy baratos. Nos ilusionamos con cualquier cosa, como decía uno el otro día, incluso con el Torneo de Burgo de Osma, el Memorial Jesús Gil.


“Es absurdo exigirle a un equipo como el Atlético de Madrid que gane un título todas las temporadas, pero sí que es absolutamente imprescindible exigirle que entre entre los cuatro primeros”

De hecho, al hilo de lo que apuntas de los fichajes y la plantilla, hubo cierto palito de Simeone después del partido, ¿no?, que dijo que el objetivo pasaba por estar entre los cuatro primeros, que era el objetivo del club.

Sí, yo creo que lo han ido aclarando. De todas maneras, hay determinadas declaraciones que son muy interpretables. Nosotros los periodistas siempre vamos a interpretar por la tremenda, por la trágica, porque nos va, porque buscamos más audiencia, porque buscamos el lío. Entonces, es mucho mejor interpretarla por la trágica que no por una obviedad, y es que nosotros en el Atleti desde hace mucho tiempo tenemos un objetivo fijado, que es: ‘Hay que clasificarse para la Champions’, porque ése es el mínimo. Yo cuando oigo mucho decir que el nivel de exigencia en el Atlético de Madrid es muy bajo porque sólo le exigen ser cuarto… Es que ése es el mínimo que te exigen, de ahí para arriba. Ser cuarto y entrar en Champions es lo mínimo. Que llega un título, estupendo; que estás en semifinales, estupendo; que llegas a una final, estupendo; que ganas LaLiga, estupendo; todo estupendo, pero no te exigen ganar LaLiga, llegar a semifinales, ganar la Copa o ganar la Champions.

Yo creo que es un poco absurdo, teniendo una Liga y una Copa del Rey con dos de los equipos más importantes del mundo jugando en tu Liga y teniendo la Champions con los quince equipos que tienes por delante de ti en cuanto a ingresos, exigir a un equipo como el Atlético de Madrid que gane un título todas las temporadas. De vez en cuando cae alguno, pero sí que es absolutamente imprescindible exigirle que entre entre los cuatro primeros. Yo creo que ése es el nivel de existencia, con lo cual, yo creo que el Cholo, al perder la Copa del Rey, él entiende que ahora su objetivo principal es quedar cuartos.

¿Y sientes que se está cayendo el Atleti? Se nota mucho la ausencia de Griezmann, físicamente se nota que el equipo está en un punto de cansancio importante, ha caído en Copa, está cuarto pero tiene al Athletic a cinco puntos en esa lucha por la cuarta plaza…

Las temporadas se tienen que evaluar al final, cuando acaben. Quiero decir, hay que tener una cierta perspectiva. Es verdad que el otro día leía que el Atleti tradicionalmente se cae en febrero, y es verdad, pasa muy mala transición de diciembre a febrero. La verdad es que el equipo parece que a lo mejor hay un problema físico o a lo mejor también hay un problema mental, la acumulación de partidos, pero se cae en febrero. Luego termina recuperando algo en la última parte de la Liga. ¿Este año se ha caído? Sí, se ha caído. Hay un cansancio mental, hay un cansancio físico, hay una acumulación de partidos y, luego, que los demás equipos aprietan, y aprietan mucho.

Y eso que estábamos viendo en un Atleti, sobre todo esta temporada, goleador, con la pareja Morata-Griezmann que estaba viviendo un momento muy dulce. ¿Cómo has vivido ese cambio de paradigma? Porque hay mucha gente que sigue acusando al Atlético de Madrid de muy ramplón en su faceta goleadora, pero está muy lejos de lo que estaba mostrando este Atleti, al menos, antes de febrero.

A ver, yo me veo todos los partidos del Atleti durante la temporada y me los he visto desde que he tenido prácticamente uso de razón, y antes de tenerlo, entonces tú lo conoces muy bien, lo ves todos los días. No lo vemos en un resumen de partidos ni lo vemos en unos skills de YouTube. Entonces, realmente tú te das cuenta de que mucha gente que opina en torno al Atlético de Madrid tiene un cliché marcado de “el Atlético de Madrid de Simeone es un equipo defensivo”. Esto ocurre en Europa, ocurre en España, todo el mundo ya lo tiene catalogado. Es un equipo que defiende 80 minutos, que busca contraataques muy rápidos, es un equipo muy duro que hace muchas faltas, es un equipo muy marrullero.

Yo creo que ha habido equipos del Cholo Simeone que de alguna manera han tenido ese esquema de juego, pero ha habido otros momentos del Cholo Simeone que ni mucho menos, y que ha sido un juego muy asociativo, de sacar el balón jugado desde atrás, de intentar llegar casi hasta el área pequeña para meter un gol, de no ir bien de cabeza cuando en otras temporadas metía muchísimos goles. Los que hemos ido viendo esa evolución vemos que el Cholo ha ido cambiando de esquema de juego. ¿Por qué lo ha hecho? Habría que preguntárselo a él, pero ha ido adaptándose probablemente a los jugadores que ha ido teniendo y ha ido buscando, además, jugadores con un poco más de toque, que no fueran tan físicos.

Esto ha hecho que los atléticos hayamos tenido que acostumbrarnos a cosas que antes las teníamos interiorizadas: tener a un Raúl García, a un Godín, a un Diego Costa, a un Thiago, a un Gabi… Jugadores de mucha raza y de mucha fuerza que sabías que te podían resolver partidos de cabeza o en un tiro de fuera o tal, y ahora eso no lo tienes. Tienes jugadores más lentos, más asociativos, más de toque. Entonces, efectivamente, es un cambio de paradigma y nos tenemos que acostumbrar, pero bueno, esto sólo se resume en que confiamos en el Cholo. Él es el que conforma el equipo y él tiene una idea de cómo jugar, y en este momento ésa es su idea. Con su idea hemos ido transitando y esta temporada hasta ahora no ha ido mal del todo. Desde luego, ha ido mejor que la pasada: hemos llegado más allá en Copa, hemos llegado más allá en Champions y en Liga estamos un poquito mejor.

¿Entiendo que la idea anterior la disfrutabas más que ésta?

No, no, ni mucho menos. Yo soy partidario de la idea que gane. Esto lo dijo Luis Aragonés: ‘El fútbol son resultados’. A mí me encanta que el equipo juegue bien y para mí jugar bien es que domine los partidos, que esos partidos que domina pueden ser dominando el balón o simplemente dominando el juego, dominando al contrario.

Entonces, me da igual cómo lo haga. Si es dominando el balón y metiendo cinco goles, me parecerá estupendo; si no tiene jugadores para eso y tiene que ser con el unocerismo de meter un gol de cabeza en un córner después de haber estado defendiendo 80 minutos, me parecerá estupendo. No lo voy a criticar en ningún momento. El resultado un día puede ser engañoso, pero en una temporada no lo es.


“Ser cholista no significa venerar al Cholo por encima de todas las cosas y no tener un momento de crítica hacia una cosa que haya podido hacer mal”

¿Y eres cholista? ¿Te defines como tal?

Sí, es imposible ser del Atlético de Madrid y no ser cholista cuando te ha dado todo lo que te ha dado Simeone. Alguno puede estar más conforme o menos con algunos momentos de lo que ha podido hacer Simeone o con algunas alineaciones o con algunas elecciones de jugadores o con algún sistema. No tienes por qué estar de acuerdo al 100% con Simeone para no ser cholista. Ser cholista no significa venerar al Cholo por encima de todas las cosas y no tener un momento de crítica hacia una cosa que haya podido hacer mal. Por supuesto, eso yo creo que todos los atléticos en un momento determinado lo podemos hacer, pero no creo que haya un atlético que no pueda ser cholista.

¿Es una motivación especial esta temporada verles avanzar en la Champions?

Sin duda. Mira, yo cuando era pequeño recordaba la Copa de Europa. Aquella Copa de Europa para el Atlético de Madrid, la del Celtic de Glasgow y del Bayern de Múnich, fue icónica. Y cómo se perdió. Es que nunca nadie había perdido una Copa de Europa de esa manera, en el último segundo, con un disparo desde lejísimos y obligando a una repetición de aquella final, cosa que no ha ocurrido en la historia. La verdad es que esa final, para los que tenemos una edad, nos marcó de alguna forma y teníamos siempre el sueño de jugar la Liga de la Champions, de disfrutar con ella, incluso, cómo no, por supuesto de algún día ganarla. La hemos tocado con la yema de los dedos, ha estado muy cerca. No nos obsesiona ni muchísimo menos, yo creo que la disfrutamos tranquilamente. Yo soy de esos que dicen: “Ganar la Copa y luego la tiramos al Manzanares”. Es decir, no hay ningún problema en ello, pero nos encanta la Liga de Campeones o los torneos internacionales, porque yo también he disfrutado muchísimo con la Europa League.

¿Cómo viviste las dos finales contra el Real Madrid en 2014 y 2016? ¿Cuánto dolieron?

Las vi las dos en el campo y, fíjate, yo creo que nosotros hicimos una grandísima final en Lisboa, enorme final. A lo mejor la he visto cinco o seis veces. Fue una final bestial por parte del Atlético de Madrid. El Real Madrid apenas generó ocasiones. Yo sólo recuerdo dos de Bale, dos disparos que los dos se fueron fuera, pero lo demás eran balones bombeados, intentando hacer gol, pero no tiraron prácticamente a puerta ni una vez, hasta el córner. Entonces tú piensas: si alguien le dice en ese momento a los jugadores del Atlético de Madrid: ‘Oye, defendiendo este córner, ganáis la Champions’, dices: ‘Bueno, no remata nadie’. Pero hubo un momento de despiste, un bloqueo, un codo, no sé qué, un salto enorme de Sergio Ramos y se nos fue la Champions porque, efectivamente, a partir de ese momento el equipo ya no podía aguantar.

Fíjate, se dice poco: el Atleti estaba reventado, no podía más y tal, pero el Real Madrid marcó el segundo gol a mitad de la segunda parte de la prórroga. Es decir, durante toda la primera parte, el Atleti no se cayó. No se cayó. Se cayó cuando Bale marcó el segundo gol de rebote, porque fue de un rebote de Courtois a mitad de la segunda parte de la prórroga. Eso te da una idea del coraje y de la fuerza que tenía aquel equipo. Yo tengo un recuerdo maravilloso de aquel final. Yo no lo quiero borrar de mi mente porque realmente es de los partidos que dices: ‘Estoy orgulloso del equipo, de cómo compitió y de cómo llegó hasta el final de ese partido, y de cómo llevó al Madrid a donde nadie le había llevado’, siendo el Madrid tan superior. Recuerdo cuando cambiaron a Benzema que no paraban de silbarle. Recuerdo todo el campo, toda la afición del Real Madrid cantando ‘Sí se puede’. Que era realmente… O sea, con Cristiano Ronaldo, con Xabi que estaba fuera, pero bueno; con Di María, con Marcelo, con Bale, con Benzema, con Modrić, con Kroos… Ese Madrid estaba cantando ‘Sí se puede’ contra un equipo que no tenía a Diego Costa, que no tenía a Arda Turan. Era realmente paradójico. Luego es verdad que, lo decíamos antes, la gente sólo se va a acordar del triunfo y del cabezazo, pero yo me acuerdo muchísimas cosas más y por eso tengo un grato recuerdo.

Y luego la de Milán pues fue una final un poco más triste, porque fue una final de un juego no tan bonito. En un momento determinado pensabas que el Atleti no iba a ser capaz de empatar, empató. En ese momento veíamos que el Madrid estaba muy mal físicamente, pero nos dimos cuenta de que el Atleti tampoco estaba mejor.

Hubo una jugada al final del partido, que fue una falta que le hicieron a Carrasco por parte de Sergio Ramos, que fue clave, en mi opinión, porque era una contra de tres para dos y podría haber sido el gol definitivo. Y luego la pierdes de una manera muy triste, que es por penaltis, que es una moneda al aire. Tienes la sensación de que aquella final estaba híper igualada, pero no fuimos capaces de hacer algo por ganarla, pero tampoco por perderla, pero la perdimos.

¿Quién ha sido el jugador que a ti te enganchó en el Atleti, ese futbolista que era tu ídolo de pequeño?

En la época que yo era pequeño, había tres jugadores fundamentales dentro del Atleti, un poco como los jugadores que eran de más peso, que eran Luis Aragonés, José Eulogio Gárate y Abelardo.


“Yo creo que Griezmann es muy importante para el Atleti. Es una absoluta leyenda. El problema es que no es capaz de mantenerse durante toda la temporada a un nivel excelso”

¿Y ahora estás disfrutando de Griezmann? ¿Qué significa el francés para este Atlético? ¿Es leyenda o no es leyenda? Que parece que aún hay quien no está muy conforme con eso…

Es leyenda, absolutamente. A mí no me gustó, como a cualquier Atlético, cómo se fue. Cuando se fue contando que él en ese momento estaba decidiendo irse, aquello me dolió mucho porque era hacer de menos al Atlético de Madrid. Pero yo creo que yo me he equivocado muchísimas veces en mi vida, como todos, él ha reconocido que se ha equivocado, ha vuelto, es feliz, nosotros somos felices, con lo cual, por supuesto, es una absoluta leyenda y es muy importante Griezmann para el Atleti.

El problema es que Griezmann no es capaz de mantenerse durante toda la temporada en un nivel exceso. Yo creo que la acumulación de partidos, el cansancio mental que también tiene en determinados momentos… Lo que pasa es que cuando está en el campo siempre te aporta. Siempre. En el Atleti se premia mucho, en muchos equipos, a los jugadores que corren mucho, que luchan, que pelean. Griezmann mide mucho sus esfuerzos. Entonces, la gente muchas veces, si el partido no sale, dice: ‘Es que va por ahí por el campo deambulando y tal’. Y dices: ‘Bueno, sí, es verdad, pero es nuestra estrella’. Entonces, tiene que correr cuando tiene que correr. No tiene que desgastarse demasiado. Yo pienso que Griezmann nos aporta mucho y me da un poco de miedo porque no sé quién va a ser el próximo Griezmann del Atleti.

No crees que esté dentro, ¿no?

Pues ahora mismo, no. Quiero decir, dentro hay jugadores que están bien. A mí me encanta Barrios, tenemos cierta expectación con la llegada de Samu Omorodion, se está incorporando gente también joven para hacer plantilla, pero ahora mismo no tienes. Teóricamente, el nuevo Griezmann era Joan Félix, pero Joan Félix no ha querido ser la nueva estrella. Joao Félix ha tenido en su cabeza una idea de que él ya es la estrella y los demás no se lo reconocen y, entonces, o cambia de mentalidad o nunca será esa estrella que él cree que es.


“Teóricamente el nuevo Griezmann era Joan Félix, pero él no ha querido ser la nueva estrella del Atleti. Tiene en su cabeza que él ya es la estrella y los demás no se lo reconocen”

¿Cómo has vivido esas idas y venidas que tenía con el Cholo, con si se le habían dado o no suficientes oportunidades? Joao Félix ha sido como un gran cisma entre los atléticos y quienes le defendían y al final están viendo que en el Barça tampoco es esa estrella que aludías.

Yo creo que Joan Félix no ha jugado mejor en su vida que en el Atlético de Madrid. No sé lo que le quedará por delante, pero el Atlético de Madrid ha jugado partidos muy buenos, y en el Atlético de Madrid demostró durante media liga ser un fantástico jugador, y durante unos cuantos partidos de Champions, también. Ha tenido momentos buenísimos y estaba absolutamente insuflado con el equipo, lo que pasa es que en determinados momentos ha tenido lesiones que le han frenado, y luego ha tenido pues esta cosa de la cabeza de los jugadores, que si en un momento determinado no te sacan o no juegas donde crees o no juega el equipo como tú quieres o yo que sé qué, pues se enfada. Joao Félix es un jugador que se enfada mucho, se enfada muy a menudo. No sale nada bueno de una persona que está todo el rato enfadada, la creatividad no sale.

En un momento determinado puede haber cierta rebeldía para demostrar algo, pero estar enfadado y desganado como se le ha visto muchísimas veces en partidos con el Atlético de Madrid no te lleva a ningún lado. Hasta el punto de que yo creo que ya para Joan Félix el Atlético de Madrid es algo nocivo. Es decir, él lo ve dentro su cabeza como algo malo, una etapa a borrar en su mente, por eso yo creo que cuando llegó a Barcelona dijo: ‘Yo soy del Barcelona de toda la vida’, intentando decir: ‘No quiero volver al Atlético de Madrid ni en foto y ahora que me cogen estos me voy a quedar aquí toda la vida y voy a expresar mi amor eterno por estos colores’. Lo que pasa es que es el mismo Joao Félix que hemos visto en el Metropolitano y el mismo que vieron en los partidos del Chelsea. Es decir, es un jugador que tiene mucho talento, que en determinados momentos hace cosas maravillosas y fantásticas, pero que luego es capaz de desaparecer y de desconectarse de los partidos, de enfadarse… Entonces, es un jugador que podría ser quizá una estrella, pero no tiene mentalidad de estrella.

Dices que quiso aferrarse al Barça pero sigue perteneciendo al Atlético de Madrid. Va a tener que vivir ese momento vuelta a casa aunque no quiera, aunque sea como una transición, o a ver el Atleti si lo puede sacar antes, pero las cifras económicas son muy altas…

Mira, yo creo que él no quiere venir, el Atleti no quiere que venga y al final habrá que buscar una solución al llegar al final de la temporada. Yo creo que ser gestor de una entidad deportiva debe ser bastante complicado, porque tienes que tomar decisiones. Tú imagínate ahora, tienes que decir: ‘Yo a Joao Félix no lo puedo traer porque no lo quiere ni mi afición ni mi cuerpo técnico ni lo quiere nadie, ni quiere venir él, pero yo tengo que venderlo por un buen precio porque lo compré por un precio muy alto. Entonces, no me lo quieren comprar por ningún precio. Él tampoco se quiere ir a determinadas ligas donde a lo mejor podrían pagarme algo más. ¿Cómo resuelvo esta situación? ¿Qué hago? ¿Acepto una mínima cantidad? ¿Acepto otra cesión por otro año para darle la patada para adelante?’ Es decir, no le veo una fácil solución, porque lo mejor que le habría podido pasar a Atleti es que el Barça se quisiera quedar con él y nos diera un dineral, pero no lo veo, primero porque están tiesos y segundo porque no creo que estén tampoco en disposición de decir: ‘Voy a pagar un mineral por un jugador que ahora mismo no es ni titular’. Entonces, salvo que venga alguien con ganas de pagar por él un dineral por incorporarlo a su equipo, veo una situación complicada.

¿Y la más dura que has contado en torno al Atleti? ¿O algún momento que te haya coincidido con algo personal difícil?

No, yo creo que la más dura relacionada con el fútbol realmente fue el descenso, porque además lo veíamos venir. Pero, pensándolo en frío, me sentó peor que el descenso -que dentro del fatalismo atlético ya veíamos que aquel partido en Oviedo íbamos a fallar un penalti y no sé qué, y que no había manera y que no nos íbamos a salvar del último minuto, es que nosotros vamos a descender-, me sentó peor el no ascender al año siguiente. El partido creo que fue en Getafe que nosotros necesitábamos ganar, pero claro, no dependíamos de nosotros solos, el otro del que dependíamos también ganó, con lo cual subieron ellos y nosotros no. Y entonces dices: ‘Pues eso fue una decepción’. Porque incluso en ese momento dices: ‘Subimos ya’, pero no.

Luego, a pesar de todo eso, esos dos años yo miraba la Segunda y dices: ‘Joder, la Segunda división es súper competida’. He visto algunos partidos, pero no con el detalle con el que la miras estando tu equipo ahí. Te metes tanto en la Segunda división que entiendes perfectamente a todos los que son seguidores de un equipo de Segunda división que dicen: ‘Mira, a mí es que no me importa LaLiga EA Sports o como se llame, me da igual, yo vivo de mi Segunda división, igual que vivo de mi Segunda B o mi Tercera cuando era’. Y entonces te das cuenta y dices: ‘Es que el Eibar tiene un equipazo. Es que el Zaragoza tiene un equipazo. Juegan contra nosotros mañana y nos van a ganar’. Y te oye alguien y dice: ¿Pero qué me estás contando? Si yo estoy hablando de Champions, estoy hablando de… Y dices: ‘Bueno, es que el fútbol es eso. El fútbol es el rival con el que juegas, la Liga en la que compites, los campos a los que vas, y estás en otra división, pues estás en otra división. Sigue siendo tu equipo, le sigues yendo a animar y disfrutas. Disfrutas con todo.

También disfrutarías en 2004, cuando adquirís los derechos de la Fórmula 1 en España. Tú fuiste quien apostó por Antonio Lobato, que se ha convertido en un auténtico fenómeno de la Fórmula 1 y el mundo del motor. ¿Cómo fue aquello? ¿Por qué pensaste en él? Él había hecho el Giro de Italia con vosotros, pero muchos años atrás, ¿no? En el 95.

Sí, lo ha contado a Antonio y la verdad es que lo ha contado tal cual (dice sonriendo), porque Antonio sigue siendo un grande y tiene buena memoria. Él no ha contado alguna cosa que yo sí puedo contar, porque tampoco es que sea un secreto. La casa decide comprar la Fórmula 1. Antes de comprarla, nosotros tenemos un acercamiento hacia Fernando Alonso, hacia Renault, tratando de conseguir los derechos. Finalmente, nos hacemos con los derechos, habíamos tenido reuniones con la gente de Fernando Alonso. A la gente de Fernando Alonso le dijimos algo así como -se lo dije yo-, le dije: ‘Mira, nosotros vamos a ser Manolo el del Bombo. ¿Manolo el del Bombo con España Pues vamos a ser Manolo el del Bombo con Fernando, porque es el piloto español que había en ese momento y tenemos que ser conscientes de que un piloto español tenía que tener un seguimiento y un tratamiento, como hasta ahora no lo había tenido, porque Televisión Española, que tenía la Fórmula 1, recuerdo que el primer Gran Premio que ganó Alonso en Hungaroring, aquella carrera no la dio entera. La cortaba para dar el tenis, a la vez que volvía, y la daban por La2.

“‘Vamos a anunciar que hemos comprado la Fórmula 1’. Y todos los que estaban en la reunión, incluido Antonio, dijeron: ‘Pfff, ¿la Fórmula 1?, si fueran las motos…'”

Juan Pedro Valentín
Periodista de Mediaset

Entonces, ellos decían: ‘Es que necesitamos que la Fórmula 1 sea un evento de masas y que lo vea todo el mundo y que realmente llegue a todo el mundo’. Les dijimos: “Esos somos nosotros y es lo que vamos a hacer”. En aquel momento Antonio era el jefe de Deportes, yo tenía clarísimo que era Antonio quien tenía que liderar todo aquello, y llegué a la reunión de contenido y les dije: ‘Vamos a anunciar que hemos comprado la Fórmula 1’. Y todos los que estaban en la reunión, incluido Antonio, dijeron: ‘Pfff, ¿la Fórmula 1?, si fueran las motos…’ Porque en aquel momento las motos, lo que daban. Las motos eran… Estamos hablando de un momento en que los pilotos españoles estaban en todas las categorías y toda la atención estaba en las motos. Entonces, ellos decían: ‘Es que la Fórmula 1, en fin, no la ve nadie, la Fórmula 1…’ ‘Sí, hay un Alonso que está ahí y tal y cual’. Bueno, pues a partir de ahí yo dije: ‘No, no, chicos, la Fórmula 1, está Fernando Alonso, va a ser un gran piloto, tenemos que volcarnos y tal’.

Con esas reticencias arrancamos pero, vamos, Antonio se puso al frente de la manifestación y fíjate, yo recuerdo varios momentos. Recuerdo, como él dijo, que no teníamos narrador. Habíamos generado el equipo y habíamos dicho: ‘Mira, tenemos que hacer unos previos, esto es fundamental para que la gente entienda la Fórmula 1, entienda la dinámica, entienda cuándo se hace un pit stop, por qué se cambian las ruedas, qué son los frenos, cómo va el alerón trasero, todo. Hay que explicárselo para que la gente lo entienda, porque una vez que la gente lo entienda, va a empezar a entrar dentro de la Fórmula 1 de otra manera.

Y con ese esfuerzo se hizo un gran trabajo, pero no teníamos narrador. Entonces, me vino Juan Antonio Villanueva, que estaba ahí en su equipo y me dice: ‘Mira’. Me puso la cinta. Entonces yo oigo a Antonio narrando y en ese momento me saltó algo y yo dije: ‘Si es que yo he oído a Antonio narrando el Giro, es un magnífico narrador’. Digo: ‘Ya está’. Le dije a Juan Antonio: ‘Déjame la cinta, ya está’. Llamo a Antonio y le digo: ‘Ven, Antonio’. Le puse la cinta y se oye y me dice: ‘No, no, no, no, no’. Y le digo: ‘Sí, sí, sí, sí, sí, sí’. Y me dice: ‘No, no, no’. Y le digo: ‘Sí’. ‘Y me dice: ‘Pero si yo tengo que estar coordinando’. Le digo: ‘No, no, si vas a estar coordinando todo y narrando’.

Bueno, al principio se agobió muchísimo, porque era un equipo minúsculo, muy pequeño. En aquel momento no había redes sociales, pero sí recuerdo que lo que se subía en internet tenía un montón de comentarios, entonces cuando había comentarios de la gente, los comentarios de los puristas, de los foros de la Fórmula 1, nos ponían verdes. Y Antonio estaba un poco agobiado porque decía: ‘Es que claro…’ Y le dije: ‘Mira, Antonio, si tú lo haces para los puristas, nunca los vas a convencer. Siempre va a ser poco lo que hagas y nunca vas a ser de su equipo. Tú tienes que hacerlo para el gran público, no para otros, porque los puristas nunca van a estar satisfechos y, sin embargo, el gran público empezará a entrar, y empezará a entenderlo’.

Y fue así. Fíjate, yo recuerdo un día que habíamos ido a Riaza a comer, y entré y digo: ‘Mira, voy a entrar un momento en un bar a ver cómo va la Fórmula 1’. Entré y había unos señores allí en el pueblo viendo la Fórmula 1 en el bar, y me acuerdo que uno comentó y dijo: ‘¿¡Pero cómo entra ahora a cambiar ruedas, hombre!? Y entonces en ese momento dije: ‘Ya está. La gente lo ha entendido, la gente está enganchada, la gente sabe, opina de cuándo entras a cambiar ruedas, opina de tal’. En ese momento dices: ‘Esto ha llegado’. Estás en un bar, en Riaza, la gente lo está viendo y está opinando. Y, efectivamente, fue un grandísimo éxito, sobre todo gracias al trabajo de Antonio y de todo el equipo.

¿Cómo has vivido la evolución de la carrera de Antonio? Porque pasó de ese momento y de esas dudas iniciales a convertirse en un auténtico icono.

Es un icono. Pues mira, es lo que se merece, porque es un trabajador esforzadísimo, tiene un grandísimo talento, comunica fantásticamente bien y es muy buena persona. Entonces, la verdad es que todo lo que ha logrado se lo merece sin ninguna duda.

¿Mantenéis relación? No sé si del incluso en algún momento te ha agradecido esa valentía y decisión tuya que acabó empujándole al éxito.

No hace falta que me agradezca absolutamente nada, porque lo que ha sido lo ha conseguido él, yo no he hecho nada. De vez en cuando nos mandamos algún mensaje, pero tenemos menos relación de la que deberíamos tener.

¿Cuánto os dio la Fórmula 1, Juan Pedro? Porque batisteis todos los récords también en aquellos 2005 y 2006 con los campeonatos de Fernando Alonso. Fue una eclosión bárbara.

Mira, te voy a contar una cosa. Cuando empezamos a tratar con la gente de Bernie Ecclestone que tenía los derechos, ten en cuenta que nosotros teníamos acceso a poquísimo, a muy poco, decíamos: ‘Queremos el histórico de la Fórmula 1’. Nos decían: ‘No’. Queremos entrar en el paddock, queremos entrar en el pit lane’. ‘No, no’. Nos decían: ‘Mira, eso es para televisiones como Sky o como RTL, televisiones que tienen ya con nosotros una larga tradición y que tienen un prestigio. Vosotros esto os lo tenéis que ganar’. Bueno, yo recuerdo al año siguiente que en una reunión con el representante de Ecclestone nos reconocía que el mercado español había superado al mercado británico y que era una barbaridad. Entonces, a partir de ahí, cambiaron completamente la visión sobre nosotros y la visión sobre a lo que podíamos y no tener acceso. Fue bestial. Y no recuerdo las audiencias, pero bueno, sabíamos que eran audiencias absolutamente millonarias.

Recuerdo que, fíjate, en uno de los grandes premios de Montmeló, lo hacíamos desde allí. Hicimos un despliegue tremendo, mandamos a los presentadores de informativos, estaban en un pit lane, estaban en todos los lados, cuando ya nos dejaban estar en todos los sitios, y me acuerdo que la Casa Real me llamó y me dijo: ‘Mira, va a ir el Rey. Quiere hacer unas palabras. ¿Vosotros le entrevistáis? Y yo: ‘Hombre, por supuesto. ¿Va a estar por allí por el paddock?’ ‘Sí, sí. Sólo os pedimos que cuando él haga las palabras, que se las paséis al resto de las televisiones, porque lo vais a tener en exclusiva’. Y digo: ‘Por supuesto, ningún problema’. Éramos ya objeto de deseo de quien quería salir en aquel momento ligado a la Fórmula 1, incluido el Rey.

Este fin de semana ha arrancado la temporada de Fórmula 1. Al Atleti tengo claro que lo ves. ¿Y la Fórmula 1? ¿Eres seguidor? ¿Te aficionaste?

Sí, sí, sí. Me aficioné. En la medida de lo posible, la sigo, no con la misma pasión que la seguía en aquel momento, porque la seguía y la hacía, pero sí la sigo. Es verdad que ahora, como tengo dos hijos, he sido padre tardío, tengo una hija que cumple 10 años ahora y otro hijo de 7, y de vez en cuando le pongo a ella la Fórmula 1 y me veo explicándole a él la Fórmula 1 y un montón de deportes porque es súper fan de los deportes. Y la verdad es que eso, fíjate, me gusta, me rejuvenece.

Aunque estés ahora al otro lado de la barrera, pero en Noticias Cuatro o en otra faceta, ¿a qué deportista te gustaría entrevistar?

No tengo ahora mismo tampoco un deportista fetiche para entrevistar, la verdad es que no me lo he planteado nunca, pero me parece que Pau Gasol es un tipo muy interesante desde el punto de vista humano. Y también me lo parece Ricky Rubio, que lo ha pasado mal y yo creo que es una persona que tiene mucho dentro que contar. Lo digo como personajes que ahora están muy cercanos y que tienes un poco la idea de que tendrían una buena entrevista.

Ya estamos terminando, pero no quiero no preguntarte por una frase que te he leído en una entrevista en ABC. Dijiste: ‘Cuando la independencia se ve como un gran logro, el periodismo está enfermo’. Según esa reflexión, ¿qué salud le ves al periodismo deportivo actual?

Esa pregunta es complicada (se ríe). Mira, yo esa frase la dije cuando nos dieron unos Premios Ondas por la cobertura del Prestige y es verdad que a mí me alucinaba un poco porque nosotros lo único que hicimos fue contar lo que pasaba, enviar allí a los periodistas y contar que había una marea negra. Pero es que nos estuvieron negando que había una marea negra durante semanas. Negándonos y diciéndonos que éramos unos agoreros, que queríamos hacer caer un Gobierno… Pero claro, cuando te dan un premio por eso, tú dices: ‘Nos han premiado por hacer nuestro trabajo’, con lo cual, si te premian por hacer tu trabajo, no sé qué está pasando, pero algo bueno no lo es. Estamos un poco enfermos.

“Antes se disimulaba de qué equipo eres. Ahora no sólo no se disimula, sino que se lleva a gala y se trata de explotar porque buscas explotar determinados nichos del mercado”

Juan Pedro Valentín
Periodista de Mediaset

Yo creo que hay muy buen periodismo deportivo. Yo disfruto del deporte, me encanta el análisis deportivo y me encanta cuando el deporte se despoja de alguna manera del forofismo. A mí me encantaban las crónicas del diario El País sobre determinados partidos de fútbol, igual que me encantaban las crónicas de Joaquín Vidal sobre toros, porque era algo más que fútbol y deporte. Era la narración literaria de la épica del deporte. Eso me gusta muchísimo. Carlos Arribas, por ejemplo, y estas crónicas ciclistas que hace. Es verdad que hay una cierta parte del periodismo deportivo que sigue buscando eso, que sigue buscando otra manera de ver el deporte, una manera de narrarlo, una manera de contarlo fuera de la bufanda y del forofismo. Pero hay otra parte del deporte que está en la bufanda y el forofismo, y además, cada vez más acusado, porque antes se disimulaba de qué equipo eres. Ahora no sólo no se disimula, sino que se lleva a gala y se trata de explotar porque buscas explotar determinados nichos del mercado.

Yo sí que creo que hay un enorme dominio de los medios tradicionales por parte de Real Madrid y de Barcelona. En España, enorme, inmenso. Todo lo que sale en un periódico deportivo de tirada nacional o es bajo el prisma del Real Madrid o es bajo el prisma del Barcelona, y no hay más prismas. Es decir, si el Madrid pierde con el Celta el titular no es: ‘Qué gran Celta ha ganado al Madrid’, sino: ‘¿Qué le pasa al Real Madrid que pierde con el Celta?’ Y uno del Celta dice: ‘Pues que hemos jugado muy bien y hemos ganado, decidlo alguna vez’. Pero ese prisma nunca existe. Nunca. Y creo que nunca va a existir, porque realmente el motor de la audiencia y el motor económico de todos esos medios sigue siendo el Real Madrid y el Barcelona y esa dinámica, y lo demás (resopla), bueno, es una cosa que se añade, es algo que está ahí, que de vez en cuando se salpimienta un poco para que haya algo más, pero no importa tanto, porque se va al gran público y a la gran audiencia, y la gran audiencia está sobre todo en la suma de seguidores del Real Madrid y del Barcelona por toda España y, si me apuras, por todo el mundo.

“Todo lo que sale en un periódico deportivo de tirada nacional o es bajo el prisma del Real Madrid o es bajo el prisma del Barcelona, y no hay más prismas. Eso deja huérfana a mucha gente”

Juan Pedro Valentín
Periodista de Mediaset

Eso deja huérfanos a un montón de personas, y sobre todo deja huérfanos a gente a la que le gusta el deporte por la ética del deporte y por todo lo que supone. Y entonces a los que nos gusta vamos buscando lo que nos gusta para consumir. Creo que ahora mismo hay muchísima más oferta de la que ha habido en otros tiempos y eso te permite que haya también mucha más libertad para que cada uno desde su propia cuenta de red social pueda publicar lo que le da la gana. Eso es bueno, porque se abre camino un montón de puntos de vista, y es malo porque hay una cultura cainita de intentar emponzoñarlo todo bastante grande, pero bueno, con eso vivimos.

Lo que sí ha cambiado, como apuntabas antes, son los informativos de Telecinco, con la reestructuración que habéis vivido: la salida de Pedro Piqueras y el cambio de plató, de decorado, después de 17 años y la llegada de Carlos Franganillo. Extrapolándolo y llevándonoslo al fútbol, ¿puede ser una comparativa con el momento en el que salga el Cholo del Atlético de Madrid? Y digo entre paréntesis que ya quisiera el Atlético tener tan gran sustituto para el Cholo como un Carlos Franganillo para Piqueras.

(Se ríe). Sin ninguna duda, vamos, sin ninguna duda. Mira… La salida del Cholo a todos nos da un poquito de vértigo. Hay un fatalismo dentro del Atlético, que yo huyo de él, pero que al final nos miramos a los ojos y decimos: ‘Va a pasar. Va a pasar’. Entonces todos pensamos en nuestro fuero interno: ‘Se va a ir el Cholo y esto va a ser un desastre. Va a ser como quitar la bóveda clave del arco y se va a caer todo el edificio’. Y piensas: ‘O no. O no’. Hay gente a la que no le gusta demasiado el Cholo, que dicen: ‘Se va a ir el Cholo y va a venir un entrenador y vamos a jugar como los ángeles’. Eh… La mayoría pensamos: ‘Bufff, se va a ir el Cholo y todo lo que él supone. Todo lo que lleva en sus espaldas, ¿quién se lo va a cargar? ¿Quién se lo va a echar a sus espaldas?’

“La salida del Cholo a todos nos da un poquito de vértigo. En nuestro fuero interno pensamos: ‘Se va a ir y esto va a ser un desastre. Va a ser como quitar la bóveda clave del arco y se va a caer todo el edificio”

Juan Pedro Valentín
Periodista y aficionado del Atlético de Madrid

Y es complicado, porque el Cholo lleva mucho encima. Mucho. Es el pararrayos de todo, es el tipo que sabe salir de situaciones complicadas, es el tipo que insufla aire fresco al equipo, que le exige. Entonces, va a ser difícil. Yo, ¿sabes lo que pasa? Que ni me lo planteo. Mientras siga allí, vamos viviendo. Yo ya sólo vivo al día. Vivimos de lo que hacemos mañana y creo que planificar… Hay que vivir partido a partido, como dice el Cholo, y disfrutar del camino mientras vamos dando un paso para preparar el siguiente. Así que cuando se vaya, cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente.

No lo quieres pensar, pero… te iba a preguntar si visualizabas algún perfil para el futuro banquillo del Atlético.

Sí, yo visualizo algunos. Pero como todos, yo creo que todos, cualquier Atlético piensa: ‘Ojalá algún día sea Fernando Torres el nuevo Cholo Simeone. O Gabi, el nuevo Cholo Simeone ‘. Yo creo que el Atlético con el Cholo ha encontrado no sólo un entrenador, sino una manera de lo que debería ser un entrenador. Un entrenador debe ser alguien del club, alguien respetado, alguien que conoce bien la idiosincrasia del equipo, de la afición, y que sea uña y carne con esa idea, y Fernando Torres o Gabi es gente que absolutamente lo congenian. Y yo creo que eso haría que el Atlético tuviese entrenadores de largo plazo, de largo recorrido, no entrenadores de un año y que se va y que viene y que tal. No. Tendría que seguir teniendo entrenadores de largo recorrido. Un entrenador cada trece o cada quince años me parece estupendo.

¿Y al Cholo lo visualizas en algún otro banquillo? ¿Preferirías que estuviera fuera de España o dónde? Cuesta pensar en él en otro equipo…

Que se vaya con su familia a la playa a disfrutar de todo lo que ha hecho y que sea feliz y que viva el fútbol, y que luego se vuelva cuando ya se le haya pasado el agobio y se vuelva a estar ayudando en lo que haga falta en el Atleti.

O sea, tú piensas en una siguiente etapa del Cholo en el Atlético de Madrid.

Totalmente, totalmente. (Ríe).

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